Por Daniel do Campo Spada
(TV Mundus – CEDIAL)

Nadie puede sorprenderse por los resultados que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) ha brindado en relación a la desocupación del primer trimestre de 2019. Por primera vez se volvió oficialmente a las dos cifras desde que en 2003 comenzó a bajar. Al momento que el régimen macrista tomó el poder, la tasa de personas sin trabajo era de 5,4 % de la Población Económicamente Activa (PEA). Hoy llega al 10,1 %, casi el doble, a lo que hay que agregar otro 17 % de los demandantes ocupados (personas que buscan agregar otro trabajo porque no les alcanza). Estamos entonces en que 1 de cada 3 personas que viven en Argentina no puede sostenerse. Solo cuatro años de neoliberalismo nos han llevado como si fuera una trompada retrospectiva a los terroríficos años 90 del siglo XX.
Partiendo de la arbitrariedad que significa un INDEC manejado por el PRO digamos que las cifras (engañosas de por sí) hablan de personas. Cada hogar que aparece como un número en una fría planilla es una familia reunida con angustia en la mesa de la cocina conversando y compartiendo tristes silencios de desesperanza. Por eso cabe aclarar que los fríos números de que vamos a analizar son emociones de tensión, las mismas que los jerarcas del Gobierno (recordar al ex Ministro de Educación y ahora Senador Nacional Esteban Bullrich) cuando mencionó que “la incertidumbre (la de los demás, claro) hay que aprender a disfrutarla”.
La población económicamente activa (PEA) es de 13.285.430 personas. Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que es apenas una muestra, los desocupados plenos son el 10,1 %. A ello hay que agregarle la franja de los subocupados y ocupados demandantes de empleo (que son a quienes no les alcanza lo que ganan) que suman otro 17,5 %. Esa cifra tiene otro espacio que le falta, que son aquellos ocupados que no están buscando pero que se irían de su trabajo porque tampoco les sirve llegando a otro 6,4 %. Todo suma un 34 % y este es el número que debemos analizar porque representan 4,5 millones de personas activas.
Aunque el Presidente Mauricio Macri alardea de generar trabajo para los jóvenes, las cifras en la franja etárea de 14 a 29 años alcanza cifras desesperantes ya que solo tienen trabajo el 31,2 % para las mujeres y el 46 % de los varones. Aunque la capa femenina alcanza puestos medios en promedio mejor pagos que los hombres, tiene a su vez una tasa de empleo menor con mayores dificultades de acceso al trabajo. En ese segmento de edad son rechazadas por la posibilidad de embarazo.

En cuanto a la calidad del trabajo (Informe INDEC mercado_trabajo_eph_1trim19B489ACCDF9.pdf, Gráfico 3, Pág. 8) se ve que los asalariados con descuentos jubilatorio es de apenas el 20,5 %. Si este es el dato de los principales 31 conglomerados urbanos es altamente preocupante imaginar lo que ocurre en los espacios rurales donde la marginalidad y la explotación es la acción más frecuente. ¿Qué sistema jubilatorio resistirá a futuro? Esto abre la puerta a la Casa Rosada para instrumentar un futuro sistema de jubilaciones privadas como oportunamente fuera la estafa de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).
Las cifras pertenecen al primer trimestre por lo que las perspectivas del próximo informe son mucho peores ya que el derrumbe económico se ha agudizado en el segundo trimestre. Lo que viene es peor.

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