SOBERANÍA MENTAL | ¿De qué hablamos cuando hablamos de soberanía mental? ¿Para que exista un país soberano es necesario que exista un pueblo?

Por Mgter Marta Juana Martinangelo
Prof./Lic. en Ciencias de la Educación (UBA)

 1.- SOBERANÍA

La palabra soberanía, como todas las palabras, tiene su historia. Ella es un significante cuyo significado epistemológico refiere a una voz latina súper omnia “sobre todo o todo el poder, supremo, único – principal”. A lo largo de la historia este significado ha ido ampliando la gama de su idea núcleo.
Por lo tanto, y en principio, soberanía es un derivado de soberano, aquel que se encuentra sobre todo y todos, es aquel que detenta la plenitud del poder.
Ahora cabe preguntar quienes tienen la posibilidad de ejercer todo el poder, o sea, ser soberanos. A grandes rasgos podemos establecer una sencilla enumeración histórica: – soberano es la casta 3.-soberano es el pueblo, 4.-soberano es el individuo, 5.- soberana es una nación.
Relacionemos los agentes mencionados más arriba con la etimología de la palabra soberanía. Comencemos por someter a análisis cómo se concibe la autoridad suprema en cada caso, es decir cómo se ejerce el poder sobre todo/todos en cada situación. La pregunta es cómo se interpreta dicho poder supremo e inapelable en cada caso.
Cada una de las situaciones nombradas con anterioridad despliega diferentes perspectivas.
– Si el soberano es un    rey, que detenta todo el poder, de él dependerá el tipo de vida de sus súbditos; puede instrumentar un régimen tiránico o, por el contrario, uno que aliente a su pueblo a vivir de acuerdo a con las normas acordadas entre todos.
Entre esos extremos están las variaciones, pero eso, por ahora es hilar muy finito.
– Si soberana es la casta; su hacer, en general, se liga a sus propios intereses. Su relación con la población depende de quien ejerza el poder y su modo de implementarlo.
– Si el soberano es la población, considerada como tal, la organización puede orientarse hacia un pueblo   que interviene a través de la democracia indirecta, o de algún tipo de comunidad organizada que articule y complemente diferentes comunidades que se reconocen así mismas como soberanas y el poder se ejerce como vínculo de intermediación1 o; por el contrario, definirse por su status de población subordinada a la cultura de aquellos que lo dominaron y con los cuales, la mayoría de la población, se identifica. En este último caso funciona como una colonia y su libertad esta encorsetada. Su capacidad de decisión estará limitada o nula; en esta situación no se debería hablar de pueblo soberano porque sus intereses deben ser negociados con el poder real.
Entre ambos extremos también vuelven a existir muchas variaciones.
-Si el individuo se considera soberano puede elegir vivir bajo su propia ley (anarquista, lobo solitario. hippy) el pensamiento directriz se orienta hacia “viví la tuya” o; considerarse, por el contrario, parte de “Nos”. En este último caso se concibe, por su naturaleza, como un ser social, es decir, necesita de los otros para vivir y se compromete a participar de un Estado de Bienestar. Por lo tanto, sus desafíos personales serán concomitantes con la construcción de una comunidad donde predomine el equilibrio y la solidaridad.
En síntesis, el “nos” asume y naturaliza la libertad, en su interior, el yo encuentra su lugar para desplegarse.

Conclusión

Retomando la etimología   de la palabra soberanía “sobre todo o todos”. La pregunta actual es saber cómo se ejerce el poder, qué se entiende por libertad y sus consecuencias. Algunas características a modo de ejemplo.

Soberano rey: de sus decisiones dependerá el estar de su comunidad (tiranía- comunidad)

Soberana casta: sus intereses comunes determinan el estar de la población.

Oligarquías extranjerizantes, dependientes

Oligarquías Nacionales (Brasil) reinvierten en su propio país.

Soberano individuo: todo el poder es su poder,¿Libertarios?

Soberanía nacional: su eje es el pueblo y su estar se define a partir de los intereses comunes que los identifican. Gobernar para garantizar el bienestar del pueblo (el “nos” identifica   a todos los habitantes) tal como lo determina el Preámbulo de la Constitución Nacional). Exige para su fiel cumplimiento una organización social que pueda sintetizarse en la propuesta de constituir una comunidad organizada basada en la independencia económica desarrollada sobre el trabajo educación, salud, vivienda. Sin dependencia del FMI ni ningún otro organismo foráneo. Sería algo así como vivir de lo nuestro; Aldo Ferrer sostenía vivir con lo nuestro. “De” alude al origen yo pertenencia, “con” a los instrumentos para su desarrollo.
Para abordar nuestro estado de situación es necesario hoy, en nuestra actual situación de clivaje, repensar y reflexionar sobre el impacto de los principios neoliberales que atraviesan nuestra cotidianeidad, impregnan nuestras relaciones, decisiones y elecciones y, en consecuencia, perturban nuestra posibilidad del “estar estando” habitado, contenido en el “NOS”.

Soberanía, estar histórico, diagnóstico.

¿Es posible pensar un país soberano que carezca de un fuerte sentimiento de NOS entendido como pertenencia e identidad entre sus ciudadanos?
¿Es posible hallar un pueblo soberano sin raíces forjadas en la identidad y la pertenencia del NOS? donde las diferencias estén atravesadas por un sentimiento de amor e identidad a la Patria?
¿Existe la posibilidad de que un país dependiente, colonizado, ejerza con plenitud políticas soberanas?
¿Qué características poseen los pueblos soberanos?
¿Existe alguna relación de grado entre dependencia y
soberanía?

I.-PUEBLOS LATINOAMERICANOS

En sentido amplio la palabra pueblo se liga al concepto de nación- estado; en un sentido estricto pueblo refiere a un hacer histórico que se construye a partir del “Nos”. El nombre originario de nuestra tierra es Ayba Yala –tierra que nutre-, la invasión la renombró como América, nombre derivado de un mercader español llamado Américo Vespucio, y Argentina que deriva de argenta la tierra de la plata; desoyendo su voz original y consolidando su destino de colonia. .

Territorio en disputa: síntesis o dominación

Ayba Yala: tierra que nutre
América territorio de dominio extractivo
¿———? -intersección reflexiva del mundo.

Amelia Podetti propone, para comprender a “América”, pensarla como comunidad de saber y de acción1; América es una intersección reflexiva del mundo, es pensar desde la humanidad. Saber y acción entretejen nuevas respuestas.
El estar originario se inscribe en una totalidad real que no se concibe como generalidad del pensar en abstracto. Algunos aportes sobre este pensar se encuentran en San Agustín, quien supone la presencia y compromiso de lo eterno en el hoy; lo histórico se revela dentro de lo real en el hoy. Fundamenta su análisis del acontecer y el sentido de lo local, a partir de tres categorías: unidad, totalidad y sentido. Ellas son los instrumentos más pertinentes para comprender el mundo en lugar de encararlo desde la metafísica y planteos universales.
La historia y su sentido NO es un suceso que obedece a leyes universales tal como lo interpreta la perspectiva occidental. El devenir histórico expone la unidad; tensa los opuestos. La humanidad escribe la historia; los hechos mismos rebasan las explicaciones segmentadas. Como modo de elegir nuestro propio destino, es conveniente reflexionar acerca de cuál es el sentido de la totalidad de los hechos y la incidencia del pasado que, repercute en el presente.
Desde esta perspectiva es necesario repensar nuestro lugar en el mundo (ESTAR) y contraponerlo con aquel que occidente nos otorga (SER); el desafío es pues, pensar la historia desde nuestra propia historia, des(centrarnos).
Occidente no solo se apropió de todas las riquezas de esta parte del mundo y las trató como propias; además silenció el pensar originario o lo adaptó a su conveniencia, estrategia similar a la historia de Jesús inscripto en el eurocentrismo con escasas referencias a Asia.
Nuestra configuración histórica mental toma la Europa moderna como universal a punto tal que, cuando se habla de crisis de occidente, se incluyen potencias que no se reconocen así mismas como occidentales, por ejemplo, Rusia y civilizaciones originarias de América latina. Cabe, entonces, repensar qué se entiende por occidente. Acaso nuestros primeros pueblos pueden leerse como occidentales, qué lugar ocupa su cosmovisión originaria sin ningún contacto devenido de la península europea. Luego debieron construir la síntesis mientras los invasores intentaron sepultar sus creencias en el olvido. Es necesario reflexionar desde nuestro lugar, develar y cuestionar nuestra experiencia histórica para alcanzar nuestra identidad y recrear nuestra historia. “Quien quiera oír, que oiga”.
Hay algunas pistas a profundizar nuestro devenir histórico y las creencias religiosas que integran nuestra forma de percibir y entender. San Agustín puede aportarnos algunos senderos a transitar entre el mundo antiguo y el mundo occidental que componen en parte nuestro equipaje mental.
Jesús: hechos y algunos relatos. Se cree que nació en Palestina y murió crucificado a los 33 años en una provincia en los confines del Imperio Romano. Es probable que María Magdalena, en lugar de ser una mujer de la calle, fuese su esposa porque a esa edad ya estaban casados y es probable que tuviese una hija. Estas probabilidades no forman parte del relato oficial de la iglesia. Un caso similar al de San Martin y la india Rosa, para unos fue su madre para otros su nana. La historia la escriben los que ganan y quienes no sólo se apropian de riquezas materiales sino de las mentes. La historia debería dejar de ser un relato para ser un testimonio a la medida del poder.
Hemos nacido en el último continente que se dio a conocer y, con ello, se describe la totalidad del mundo. Nuestra tarea es investigar, dar a conocer, reflexionar y proponer respuestas que den/ brinden una nueva síntesis superadora que incluya a estas tierras. La Europa moderna es la síntesis entre la Roma cristiana y la Europa moderna – grecorromana y bíblica-. Estos límites se rompen en 1942 con “el descubrimiento y/o encuentro y/o invasión” del Ayba Yala, desde allí rebautizada América, a su vez se confirma fehaciente que la tierra es esférica.
El pensamiento europeo debió enfrentar y hacerse cargo del hecho de una nueva idea/concepto de la totalidad, más allá de su porción de mundo conocida y asumida hasta ese momento. Los pueblos precolombinos y medievales no poseían esta información, o ¿tal vez algunos navegantes ya las conocían? El mar Mediterráneo dejó de considerarse geográficamente el centro del mundo sin embargo las potencias europeas se propusieron conservar e imponer su particularidad como centro y, he ahí, su propósito de expansión. El pensamiento europeo siguió considerándose el centro de un mundo más grande al que debería conquistar y dominar en beneficio propio.

2.- Ayba Yala /América Latina ¿pueblo o población?

En la antigüedad San Agustín sostenía que la historia encarna la elección y decisiones de los pueblos en libertad, el rumbo y el fin de la historia universal tiene final abierto. Es fundamental para comprender nuestra situación entender quiénes somos; darnos la tarea de pensar nuestro propio destino; recuperar y repensar el pasado para planear el futuro.
He aquí el dilema desde dónde nos identificamos: ¿desde Ayba Yala, la tierra que nutre o Argentina la tierra de la plata, el sueño de Américo Vespucio y sus negocios o intentamos construir una síntesis que recupero nuestro origen como continente?
Para Europa, América es considerada una ampliación del mundo tradicional y sus pueblos originarios unos bárbaros a domesticar, explotar o en el mejor de los casos transformarlos en ciervos de la iglesia. Con estos supuestos estas tierras y sus originarios están sujetos a la dominación y la expansión. América irrumpe en la historia occidental con un nombre impuesto que ignora su identidad como Ayba Yala- tierra que nutre. Los invasores la consideraron parte de su mundo y, con ello, queda la pregunta: ¿habrán matado su espíritu?

He aquí, la pregunta que persiste:
¿Ayba Yala, la tierra que nutre o América el nombre de un comerciante y un gran negocio?

La conquista sólo vio un mundo extractivo, de imposición de sus verdades a como diera lugar, a pesar de que muchos documentos sostenían lo contrario. Salvaguardó y negoció sentidos con una parte de la iglesia, aquella que se alió a la explotación.
No era un nuevo mundo ni otro mundo; si otra civilización, sus cosmogonías, su cultura, sus costumbres están unidas a la naturaleza y la bondad de sus tierras. Era un mundo que tenía mucho que decir e intercambiar, un mundo basado de una cosmogonía inmanente donde las palabras NOS y ESTAR definen la vida. La cosmogonía originaria nos-otros y la inmanencia confronta con la cosmogonía occidental pienso luego existo y el concepto de transcendencia. Europa nunca se pensó como complemento sino como centro y origen. La nueva tierra se intelige como descubrimiento, algo nuevo que se convertía en una ampliación de recursos para ordenar su esfera de poder. En lugar de integrar se propusieron domesticar por caminos varios, entre ellos, la evangelización como soporte de universalización, sin límites, de su cosmovisión.
Europa no pudo admitir la planetizaciòn. El pensamiento moderno, en lugar de integrar y/o negociar, rapiñó y; desde ese sin sentido produjo “enormes pensadores” que intentan explicar la desazón sólo a partir de lo que ocurre en la península europea.

América y la trasmutación de la historia.

De cómo convertir un hecho real en otro y quebrar su proceso histórico
Retomando lo dicho más arriba; América es un nombre advenedizo, su nombre originario es Ayba Yala – tierra que nutre- su estar fue arrebatado, obturado, silenciado por otro. Quitaron su identidad, hecho que marca la esencia de la conquista y lo que se esperaba de estas tierras a pesar de las buenas intenciones propuestas.
La idea de ampliar sus dominios no responde a un proyecto de complementarse con las nuevas culturas sino de dominarlas, a pesar de las buenas intenciones de los jesuitas. La modernidad piensa el universo como infinito; el pensar originario concibe, en cambio, a la tierra como una totalidad construida desde sus diferencias y su complemento; la unidad de los opuestos con final abierto.
La modernidad es la base de sustentación de la dominación y el extractivismo; sostenida sobre la idea de perpetuidad, el deseo vano de eternidad y la trascendencia. Un personaje como Magneto es un buen ejemplo de alguien que se tragó la llave de la vida. América es el título del proceso de trasmutación de la historia. La imposibilidad de ser Europa y Europa misma se desliza en esta situación.
Desde el pensamiento originario esta tierra se percibe desde el estar, la vida es finita y vamos a morir. Hagamos del estar una fiesta para todos. La totalidad del planeta sólo es visible desde este último lugar ocupado, este desde dónde se presenta como efectivamente es. Ayba Yala existió y existe y completa el mundo.
Tierra del Fuego fue el último lugar a donde llegaron los hombres al final de la primera etapa de la planetizaciòn hace doce mil años, justo al extremo más meridional de América del Sur. Este lugar es el último de occidente. Desde ese momento se comienza a percibir el planeta en su verdadera forma y dimensiones y también su historia. El que quiere oír que oiga canta Víctor Heredia
Dos cosmovisiones o formas de percibir el mundo: estar o ser; despliegan dos opciones:
a) Culminación o asimilación a lo ya dado
b) Las diferencias se integran para constituir un complemento, una cultura unificadora superadora que sintetice los opuestos.

¿Cuánto de Ayba Yala nutre a América Latina?

Ayba Yala, su aparición ante el resto del mundo, un “desde” original donde las diferencias son el complemento, donde los opuestos hacen uno. Desde esta perspectiva se constituye un pensar a través de la fuerza unificadora del mundo en su diversidad. El fin de la guerra, la unión de lo diferente requiere del complemento y constituye un principio de negociación; supone aprender a pensar en armonía.
Dos interrogantes, dos destinos: ¿Ayba Yala completa el mundo?, ¿América, sólo una ampliación de lo dado? Es sólo un área rica para ser explotada, dominada por los intereses y cultura de los conquistadores, de ahí, se entiende que la llamaran América en honor la negociante Américo Vespucio. Europa se visualiza como el centro del mundo
Cómo intelige Europa el nuevo continente.
Carlos V sintetizó el valor y significado de estas tierras con una afirmación que sintetiza su andar “En mis dominios no se pone el sol”. Su propósito estaba ligado a la expansión, fundamentada en la unidad del cristianismo y su poder en el mundo, la iglesia tracciona y cementa las creencias que este predicaba. Su sustento se centró en un pensamiento ecuménico, universalista que extendía a todo el mundo la petición de Jesús al padre “todos sean uno”, “Que ellos sean uno en nosotros para que el mundo crea que tú me has enviado” (Jn 17, 21). El mensaje es claro cuando se instaura la monarquía absoluta que otorga, por derivación, todo el poder al monarca. A lo largo del proceso, recorrido histórico la lucha por el poder sujeto a tensiones va imponiendo nuevos principios y nuevos imaginarios atraviesan el poder ergo la gobernanza.
La cultura del usufructo europeo occidental interpeló la petición de Jesús “todos sean uno” en usufructo propio, una forma de legalizar “estás conmigo o estás contra mí” ¿Es posible que llegue un momento en que se destruyan entre ellos intentando ser algo así como el emisario de Dios en la tierra? Actualmente ese poder está en manos de los mercados y, por ello el poder se procesa como imposición.

“La preocupación por la buena vida que incluye la vida como miembro de la comunidad está cediendo cada vez más a la simple preocupación por la sobrevivencia” Byung-Chul Hand

Ayba Yala encarna el complemento y la integración ambos completan el pensamiento original. Lo diferente es parte de lo uno e indica un pensar que, en algunos aspectos, puede encontrarse en el medioevo con San Agustín.
Ayba Yala es el origen y como tal tiene algo que decir. Es la síntesis de los diferentes aportes culturales que fueron sedimentando su estar aquí. Es en si la” virtual unificadora” del mundo, es su capacidad de trasmutar cultura, es su propia particularidad cultural.

La modernidad

“Sólo la comunidad desarrolla una energía política. La sociedad, en cambio, únicamente es una “asociación”. Carece de la voluntad, la espiritualidad, la resolución para luchar, la resolución hacia sí misma” Byung-Chul Han

Cuando invadieron estas tierras, el estar se trasmutó en ser. Pasó de lo inmanente a lo trascendente y perdió su rumbo original ¿o tal vez no lo sabemos leer?
La crisis de la modernidad de Occidente se caracteriza, siguiendo a Amelia Podetti, por dos rasgos: la exaltación del hombre por sobre todas las cosas y de la técnica como su dimensión existencial. La cultura refuerza el individualismo, el afán de dominación, el lucro, la racionalidad y el poder de dominio del hombre sobre las demás cosas. En la actualidad el desarrollo de la inteligencia artificial y su impacto social es un fenómeno a estudiar. Pienso luego existo concibió al hombre como hijo de Dios. Actualmente, las fracturas en las dimensiones del pensar producen un desgarramiento cuya consecuencia será un mundo fragmentado, competitivo, destructivo.
Desde otra cosmovisión la perspectiva original Ayba Yala hace centro en un proyecto de universalización cuya visión se centra en el complemento, su pensamiento une a los opuestos, la unidad engendra opuestos.
El pensar desde el estar interpreta que la verdad se construye mediante la praxis, la mediación y la negociación.
Desde esta perspectiva se transforma en concepto de unidad como complemento de los opuestos; son las elecciones y los proyectos los que determinan el camino a seguir siempre con final abierto. El imperativo es la comunidad unida por el complemento.
Ayba Yala constituye la cultura unificadora de las diferentes cosmogonías y sus culturas derivadas. El estar y su síntesis concebido como complemento, estar y ser se tensan en la acción, las elecciones tienen final abierto pues nada está dado de antemano. La modernidad silenció, degradó la voz del Ayba Yala, fracturó su desarrollo.
Estar-ser como pueblo implica reconocerse a partir de nuestra identidad aquella que nos defina y legalice conteniendo las diferencias y uniéndonos por el amor a nuestra tierra.

El imperio español y su utopía de comunidad versus la modernidad.

Definición del eje problemático: las características del Ayba Yala interactúan/confrontan/ se tensan con las expectativas de la modernidad y su cosmovisión eurocéntrica.

Como síntesis histórica recordemos que España, desde Isabel la Católica por influencia del catolicismo, concibe al imperio como una comunidad espiritual cuyo eje es la evangelización. Recordemos el poder absoluto del rey se basa, entre otras cosas, en ser percibido como el emisario de Dios en la tierra.
El choque entre modernidad y evangelización sintetiza el proceso de dependencia de la conquista. Por ello, y a pesar de las buenas intenciones de Isabel, la conquista se asemeja más a una invasión. Hace algún tiempo se puso en cuestión llamarla Conquista y la rebautizaron Encuentro. Si este último término fuese verosímil, ambas culturas se hubiesen complementado en una síntesis. Pero esto no aconteció, las culturas originales no fueron reconocidas, sus creencias fueron desechadas, alteradas, silenciadas, castigadas y/o reprimidas y sus saberes diezmados o robados como aconteció con las hierbas medicinales. Todo esto justificado por el intento de evangelizar a los bárbaros. Estar-ser pueblo necesita lograr la síntesis, el reconocimiento como complemento del otro con el que comparte su sentido de soberanía.
Ayba Yala no figuró como nombre en los textos escolares, sólo identificamos esta tierra con el apodo que nos asignó el opresor, de ahí que podamos entender muchos de los problemas que nos aquejan y nos colonizan. La modernidad española sostuvo la exaltación del hombre (de allí una de las razones de tratar a los primeros pueblos como niños a catequizar y someterlos a la dependencia) y su poder, su afán de infinito y la búsqueda del más allá de los límites conocidos. La comunidad espiritual de las naciones unidas por la fe se trasmuto en un proyecto donde predominaba la avaricia, la dominación, de la que la iglesia no estuvo exenta.

La iglesia y los papados.

Encontraremos un papado diferente con Francisco (Bergoglio) ¿Será porque Roma veía declinar su poder frente a las iglesias evangélicas?
Europa se planteó ser el final de la historia y no un protagonista más. Impone un pensamiento universalista como centro del mundo justifica su afán de dominio sobre éste; de aquí, que la idea imperio-comunidad espiritual sea desplazada hacia una idea centralista y “América” como un territorio marginal y, por ende, inferior.
La cosmovisión holística fundada en el estar parte de un pensar inmanente, concibe la homogeneidad-multiplicidad como unidad en la diversidad, la diferencia como complemento. Estos principios son retomados por Perón en la Comunidad Organizada. también conformaron el centro ideológico del Imperio Inca. La abuela de Juan Domingo era originaria, esto tendría alguna relación con la propuesta antedicha.
Los rasgos fundamentales que caracterizan la cultura occidental moderna son: a) la exaltación del hombre sobre todas las cosas; b) la técnica como dimensión esencial. Ambos principios sostienen :1) valor del individualismo y sus logros personales, el ateísmo y el materialismo con afán de lucro; 2) la racionalidad técnica para extender el poder del hombre sobre la naturaleza.
La modernidad se consideró superadora del universo medieval y superior a otras culturas modernas que intentaron pensar el mundo a partir de la unión del hombre con la naturaleza.
Estas últimas desde su perspectiva cosmogónica plantean que el hombre está unido a la naturaleza y con los otros hombres, se sustentan en principios que no dejan de lado la espiritualidad en la historia, la comunidad y el individuo. El cristianismo antiguo otorga al hombre el reconocimiento como hijo de Dios, “el hombre es Dios hecho hombre “San Agustín vs el código cartesiano; este último sostiene que solo existe aquello que puede ser sometido a métodos de prueba científica con lo cual niega entre otras cosas ¿el alma?, ¿la belleza?…

Técnica vs espiritualidad, en búsqueda de la síntesis.

El modernismo se centró en la técnica, colocó la naturaleza al servicio de ella y fracturó la relación de unidad. El hombre negó su origen como garante del equilibrio y protección de la vida y la inmanencia. Ayba Yala encarna otra respuesta posible acerca del hombre en la tierra. Es el reservorio de tradiciones, conocimientos, voluntades que unifican actitudes vitales con las espirituales capaces de cumplir con la universalización de las diferencias a las que las potencias y/o grupos internacionales de poder buscan someter a la humanidad.
“Así como los músicos llaman armonía en el canto; esto era la Ciudad de la Concordia, vínculo el más estrecho y suave de consistencia de toda la república es la justicia; sin la cual desde todo punto de vista es imposible que la ciudad subsistas” San Agustín La Ciudad de Dios libro II Cap. 21
La concordia es el lazo que no puede subsistir, en modo alguno, sin justicia.

SÍNTESIS

AYBA YALA- LATINOAMERICA
RESCATAR NUESTRO ORIGEN,
CONSTRUIR LA SINTESIS,
DESPLEGAR NUESTRA IDENTIDAD

La Republica nace del pueblo, es el encuentro de voluntades que otorga identidad. Pueblo implica justicia. El pueblo no es una concurrencia multitudinaria, es una asociación basada en el consentimiento del derecho de las comunidades. Este concepto de pueblo coincide con el estar de un conjunto de personas unidas en el reconocimiento de los mismos derechos, las mismas leyes y tienen intereses comunes.
En un Estado existe pueblo cuando se gobierna con rectitud y justicia (Escipión)y se administra bien y justamente. Cuando las conductas políticas se degradan ya no queda República y ya no es una empresa del pueblo porque ya no hay derecho ni justicia.

Todo derecho emana de la justicia, ellos están absolutamente ligados.
Toda Constitución debe ser justa para ser válida, debe asegurar los derechos comunes reconocidos. Por ello sin justicia no hay derechos tampoco hay comunidad organizada y por lo tanto tampoco hay pueblo.
Hay pueblo y Republica cuando se respeta el bien común
Como cierre provisorio, un hasta aquí, pues se hace camino al andar,hay indicios que señalan el camino y que deberemos explorar o redescubrir si queremos apropiarnos de nuestra identidad.
América unifica el mundo, lo completa. Pensar desde su nombre original es construir una nueva síntesis diferenciada de los aportes culturales que intentaron destruir su núcleo más profundo. Como ya se ha dicho, la modernidad en su génesis es egocéntrica pues renombra desde sí misma, desprecia las diferencias y no busca integrar. Desde la base de su pensamiento dicotómico anula los opuestos como complemento de uno, por lo tanto, ignora el contexto unificador que integra la diversidad, así como el principio unificador del cristianismo que supone la unidad originaria en la diversidad.
La modernidad guarda en su germen la guerra, la intolerancia la esclavitud física o mental con una visión totalizadora pero sesgada. El Ayba Yala se caracteriza por su cultura viviente aquella que necesita el mundo para unirse en la diversidad y desarrollar el complemento sostenido por la comprensión, el respeto y la tolerancia.
No es un dato menor que San Martin haya pensado en restaurar el imperio con una monarquía Inca. Ayba Yala es el proyecto histórico que se renueva en la Patria Grande. Civilizar pensado como el proyecto de integrar lo diferente sin destruir. Las diferencias entendidas como dialogo que impone la construcción de una instancia superadora que contenga e integre, construya pertenencia e identidad cobije a su pueblo.
La república romana dejó de existir cuando no quedó nada porque ya no era una empresa del pueblo, dejo de ser una empresa fundada en la justicia. Cicerón y San Agustín sostenían que justicia era otorgar a cada uno lo suyo. Queda por reflexionar que se entiende por lo suyo, es un enunciado abierto que siempre podría dar en algo justo. Es necesario comprometerse con una perspectiva que signifique ese enunciado. Ofrezco una perspectiva pensar en lo justo desde NOS e incluir el YO. Esta propuesta se fundamenta en un sencillo hecho ningún hombre puede realizarse plenamente como tal si su comunidad no lo percibe desde un NOS que brinde pertenencia, de modo que cada hombre se perciba como un elemento del todo .
El Imperio Inca tenía una organización basada en la comunidad, esto supone que su organización articulaba diferentes pueblos, inclusive diferentes dioses; todos reconocían la autoridad suprema del Inca. El eje aglutinante era el intercambio de productos. Por otra parte, en la antigüedad el Imperio Español se proponía la unión espiritual de los pueblos a través del cristianismo.
Dicho así podría pensarse en un complemento entre los fines que perseguían ambos imperios. Sin embargo, debemos reflexionar acerca de cómo concebía el imperio español la espiritualidad y como la gerenciaron. Según Montaigne no hay ninguna razón espiritual que justifique la superioridad de una cultura sobre otra. Cuando se busca el afán de dominio cambia la marcha del hombre sobre el planeta
“¿Qué política, qué democracia sería pensable hoy ante la desaparición de lo público, ante el crecimiento del egoísmo y del narcisismo del hombre? ¿Sería necesaria una política tecnológica inteligente que condenara a la superfluidad las elecciones y las luchas electorales, el parlamento, las ideologías y las reuniones de los miembros, una democracia digital en la que el botón de “me gusta” suplantara la papeleta electoral? ¿Para qué son necesarios hoy los partidos, si cada uno es él mismo un partido, si las ideologías, que en tiempo constituían un horizonte político, se descomponen en innumerables opiniones y opciones particulares? ¿A quién representan los representantes políticos si cada uno ya sólo se representa a sí mismo? ”(La magia filosófica- Diario Mayor 31-10- 2023) Byung-Chul Han.

A modo de cierre y apertura

“La comunidad organizada debe conformarse a través de una conducción centralizada en el nivel superior del gobierno, donde nadie discute otro derecho que el de sacrificarse por el pueblo; una ejecución descentralizada y un pueblo libremente organizado en la forma que resulte más conveniente a los fines perseguidos”.
Juan D. Perón, 1974

El soberano es el pueblo, su vida y bienestar está sobre todo o todos, esto implica que la organización social se sustenta sobre el cuidado de la comunidad – Nos- y esta se organiza para resguardar sus derechos y los de cada habitante. De ello se desprende la expresión comunidad organizada, el yo está incluido en “Nos”; esta es la garantía de que el yo se realice, Soberanía y Patria son indivisibles, no hay una sin la otra

¿LA SÍNTESIS? ES UN FINAL ABIERTO

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BIBLIOGRAFÍA
-Byung-Chul Hand (2016): “Sobre el poder” Ed. Herder Barcelona-España
-Gavilán Pinto, Víctor M (2011): “El paradigma de los pueblos originarios”. Santiago de Chile. (Internet)
-Heidegger, Martín (1952): “Qué significa pensar”. Ed Trotta Internet
-Perón, Juan D. (1949): “La comunidad organizada” UNR, Bs As, Argentina.
-Podetti. Amelia (1979): “La irrupción de América en la historia” Scrib Internet
-Porati, Armando (2009): “Proyecto Umbral- resignificar el pasado para construir el futuro”. Ed. Ciccus

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