EL DIEGO

Por Adriana Fernández Vecchi Diego Armando Maradona fue adorado no sólo por sus prodigiosos malabarismos sino también porque era un dios sucio, pecador, el más humano de los dioses. Cualquiera podía reconocer en él una síntesis ambulante de las debilidades humanas, (..) Pero los dioses no se jubilan, por muy humanos que sean Eduardo Galeano