PENSAR UNA SEÑAL | Reportaje a Mariana Arruti, documentalista.

Pensar una señal presenta desde Radio Presente en conexion con Rodando por América una entrevista a Mariana Arruti

Por Adriana Fernández Vecchi

Mariana Arruti. Antropóloga (UBA) y cineasta. Dirigió Los Llamaban los Presos de Bragado (1995), La Huelga de los locos (2002), Trelew, la fuga que fue masacre (2004), Mate o Leche (2011) y El padre (2016). Sus películas obtuvieron numerosos premios en Festivales de Cine (La Habana, Toulouse, Los Ángeles, Toronto, Trieste, Leipzig, entre otros). Trelew la fuga que fue masacre obtuvo los Cóndor de Plata a Mejor Guión y Mejor Documental de 2004 de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina. La película fue además considerada prueba documental en la etapa de instrucción del juicio seguido a los responsables de la Masacre de Trelew.

50 años de la masacre de trelew.
Corría el año 1972, era el segundo año de la dictadura de Lanusse y el penal de Rawson se había elegido para mantener presos a los presos políticos y dirigentes sindicales más importantes de ese momento.
Ellos expresaban La ola revolucionaria que nació al calor de la resistencia por la proscripción del peronismo desde 1955, el exilio de Perón durante 17 años y los golpes de estado de Onganía en 1966 contra Arturo Illia y su continuidad en la dictadura de Agustín Lanusse.

Había sucedido en 1969 el Cordobazo y con él, el ascenso obrero y popular, las vanguardias políticas y el crecimiento de las organizaciones guerrilleras que la dictadura quería sofocar y derrotar, por eso mantenía presos a sus máximos dirigentes, ellos expresaban la convicción de que era posible otra sociedad justa e inclusiva,
ellos tuvieron la audacia de haber querido transformarlo todo.
La burguesía no estaba dispuesta a ceder un apice, de allí la decisión disciplinar a la vanguardia obrera, estudiantil y política.
Aquella masacre “fue la piedra fundamental del Terrorismo de Estado” que se desataría años más tarde, según el decir de Luis Eduardo Duhalde en 1988.
Hoy las hijas de Santucho y Villarreal, ( Ana María y Gabriela) en el homenaje por los 50 años de la masacre, dicen: “… pudo haber sido una derrota, pero desde el punto de vista humano, Trelew es un precedente fuerte que no ha terminado porque estamos acá, reivindicando esa historia, entonces esa derrota no hay. No vamos a hacer igual el levantamiento… pero acá estamos.”

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