¿Cómo construimos la realidad? (Parte II)

Por Mag. Marta Martinangelo

PARTE II

Martín Miguel de Güemes
Te recordamos y homenajeamos en el día de tu cumpleaños Martín Miguel Juan de Mata Güemes Montero de Goyechea y la Corte.
El cumpleaños de Güemes es un buen motivo para reflexionar acerca de los clivajes que dan forma a la conciencia histórica y social de los argentinos
Hoy la pregunta que expongo es ¿De quién querían independizarse aquellos que lucharon por la Independencia?El grupo independentista era un universo compuesto por dos grupos disjuntos con un solo elemento común y con divergencias irreconciliables. Es necesario reflexiona- indagar, buscar huellas- para saber” quiénes es quien” en nuestra historia y en la de sus descendientes. En nuestro estar actual se plasman, actualizan, las divergencias. Retomo de un texto anterior de mi autoría los significados de diferencia y divergencia. Las propuestas diferentes eligen diferentes estrategias, pero hay un acuerdo en el fin buscado. En las propuestas divergentes el fin es irreconciliable y su solución es la violencia. la guerra y/o dominación. El pensamiento divergente se caracteriza por no buscar el bien común sino sus propios intereses de clase.
Sostengo que desde la época de las luchas por la Independencia existió un pensamiento divergente silenciado en el relato oficial de la historia
1. Estaban los sujetos que buscaban independizarse para sacarse el yugo de España y hacer de en país sus propios negocios – hacerse la América un poco agiornada a esa época- pero no precisamente partiendo del arraigo y el amor el respeto por todos los habitantes. En este grupo predominaba el desprecio por el indio, el criollo, el mestizo.
2. Estaban los que buscaban la Independencia para construir una Patria soberana. Con la mirada y la voluntad de asegurar una buena calidad de vida para sus habitantes. De alguna manera este objetivo se patentiza en el preámbulo de nuestra Constitución. San Martin tuvo que apurarlos para que incluyeran “de toda dominación extranjera”.
¿Por qué recordar a Don Martín de Güemes?;no de los grandes olvidados. La historia oficial cuya narración estuvo a cargo de Bartolomé Mitre. El lector elije a que grupo de los citados más arriba no pertenecía.
Güemes, el gran guerrero, un personaje que podría ser el protagonista de una serie de Netflix. Habrá algún cineasta interesado.

Hoy te rendimos homenaje querido y valiente Don Martín. Es posible que el relato oficial no acepte tantos patriotas; a Don Manuel lo empaquetaron con la bandera, a San Martin a Caballo en el cruce de os Andes y a vos te encerraron en el olvido licuaron tu imagen en una mirada fiera y un rostro barbudo. A pesar de ello no pudieron borrar tu mensaje para las nuevas generaciones.
Estés dónde estés también estás en mi corazón y en el de muchos que aprendimos a descubrir la otra historia y amar a la Patria que al pueblo contiene. Quiero que sepas Martin de Güemes que el pueblo te respeta y te guarda en el corazón, no dejaremos de luchar por una Patria para todos Justa Libre y Soberana.
Recomiendo, para aquellos que quieran conocer un poco más la lectura del artículo de Felipe Piña que sirvió de fuente inspiradora para este sencillo homenaje y del cual he tomado algunos párrafos para ejemplificar la grieta
Felipe Piña@ (el _historiador)
“A fines de noviembre de 1815, tras ser derrotado en Sipe Sipe, Rondeau intentó quitarle 500 fusiles a los gauchos salteños. Güemes se negó terminantemente a desarmar a su provincia… Director Supremo Álvarez Thomas quien decidió enviar una expedición… mediar y socorrer a las tropas varadas en el norte salteño a cargo de Rondeau, quién parecía más preocupado por escarmentar a Güemes y evitar el surgimiento de un nuevo Artigas en el Norte que por aunar fuerzas y preparar la resistencia frente al inminente avance español.”
“… iniciaba sus sesiones el Congreso de Tucumán que designó Director Supremo a Juan Martín de Pueyrredón. El nuevo jefe del ejecutivo viajó a Salta ante las críticas y sospechas de muchos porteños, que dudaban de la capacidad militar de Güemes y sus gauchos. Pueyrredón quedó tan conforme que ordenó que el ejército del Norte se retirara hasta Tucumán y ascendió al caudillo salteño al grado de coronel mayor”.
“San Martín apoyó la decisión de Pueyrredón y confirmó los valores militares y el carisma de Güemes y le confió la custodia de la frontera Norte. Dirá San Martín: «Los gauchos de Salta solos están haciendo al enemigo una guerra de recursos tan terrible que lo han obligado a desprenderse de una división con el solo objeto de extraer mulas y ganado”.
““… Güemes a su amigo (Manuel Belgrano) en una carta: «Hace Ud. Muy bien en reírse de los doctores; sus vocinglerías se las lleva el viento. Mis afanes y desvelos no tienen más objeto que el bien general y en esta inteligencia no hago caso de todos esos malvados que tratan de dividirnos. Así pues, trabajemos con empeño y tesón, que si las generaciones presentes nos son ingratas, las futuras venerarán nuestra memoria, que es la recompensa que deben esperar los patriotas»”.
“En marzo de 1819, se produjo una nueva invasión realista. Güemes se preparaba nuevamente a resistir. Sabía que no podía contar con el apoyo porteño: su viejo rival José Rondeau era el nuevo Director Supremo de las Provincias Unidas. La prioridad de Rondeau no era la guerra por la independencia sino terminar con el modelo artiguista en la Banda Oriental, que proponía federalismo y reparto de tierras. El nuevo director llegó a ordenarle a San Martín abandonar su campaña libertadora hacia el Perú y regresar a Buenos Aires con su ejército para reprimir a los federales. San Martín desobedeció y aclaró que nunca desenvainaría su espada para reprimir a sus compatriotas”.
““Así lo cuenta Güemes en una carta a Belgrano: «Esta provincia no me representa más que un semblante de miseria, de lágrimas y de agonías. La nación sabe cuántos y cuán grandes sacrificios tienen hechos la provincia de Salta en defensa de su idolatrada libertad y que a costa de fatigas y de sangre ha logrado que los demás pueblos hermanos conserven el precio de su seguridad y sosiego; pues en premio de tanto heroísmo exige la gratitud que emulamos de unos sentimientos patrióticos contribuyan con sus auxilios a remediar su aflicción y su miseria». Pero los auxilios no llegaron nunca y la situación se hacía insostenible porque las clases altas de Salta le retaceaban su apoyo por el temor de aumentar el poder de Güemes y por la desconfianza que le despertaban las partidas de gauchos armadas a las que sólo toleraban ver en su rol de peones de sus haciendas.””
“El año 1821, fue sumamente duro para Güemes porque a la amenaza de un nuevo ataque español se sumaron los problemas derivados de la guerra civil. Güemes debía atender dos frentes militares: al Norte, los españoles; al Sur, el gobernador de Tucumán Bernabé Aráoz que, aliado a los terratenientes salteños, hostigaba permanentemente a Güemes, quién sería derrotado el 3 de abril de 1821. El Cabildo de Salta, dominado por los sectores conservadores, aprovechó la ocasión para deponer a Güemes de su cargo de gobernador. Pero a fines de mayo Güemes irrumpió en la ciudad con sus gauchos y recuperó el poder. Todos esperaban graves represalias, pero éstas se limitaron a aumentar los empréstitos forzosos a sus adversarios.
Estas divisiones internas debilitaron el poder de Güemes y facilitaron la penetración española en territorio norteño. Los sectores poderosos de Salta no dudaron en ofrecer su colaboración al enemigo para eliminar a Güemes.
El coronel salteño a las órdenes del ejército español José María Valdés, alias «Barbarucho», buen conocedor del terreno, avanzó con sus hombres y ocupó Salta el 7 de junio de 1821. Valdés contó con el apoyo de los terratenientes salteños, a los que les garantizó el respeto a sus propiedades.
Güemes estaba refugiado en casa de su hermana Magdalena Güemes de Tejada, «Macacha». Al escuchar unos disparos, decidió escapar a caballo pero, en la huida, recibió un balazo en la espalda. Llegó gravemente herido a su campamento de Chamical con la intención de preparar la novena defensa de Salta. Reunió a sus oficiales y les transfirió el mando y dio las últimas indicaciones. Murió el 17 de junio de 1821 en la Cañada de la Horqueta. El pueblo salteño concurrió en masa a su entierro en la Capilla de Chamical y el 22 de julio le brindó el mejor homenaje al jefe de la guerra gaucha: liderados por el coronel José Antonio Fernández Cornejo, los gauchos de Güemes derrotaron a «Barbarucho» Valdés y expulsaron para siempre a los españoles de Salta.”
Estos párrafos sirvan para reflexionar acerca de la profundidad de la grieta, debemos reflexionar más allá de las diferencias, que el enemigo de nuestra soberanía lo constituyen los divergentes.

1 thought on “¿Cómo construimos la realidad? (Parte II)”

  1. Comparto tu admiración y pasión en estas líneas hacia Guemes. “Caer en la escuela pública” significa poder saber de esta historia y no la que quieren contar del otro lado de la grieta para no caer en el populismo. Lo que implica ser serviles a los intereses foráneos.

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