Por Marta Martinangelo
Diego es, ha sido un excepcional jugador de fútbol, pero ¿es o ha sido solo eso? Cuando él afirma ”La pelota no se mancha” su afirmación se entrelaza con el pensamiento de Assoumou Koffy acerca de qué es Juego y qué no lo es.
En las imágenes expresadas, con narrativa poética, este autor describe cuál es el límite que separa lo que es juego de cuando deja de serlo.
“Es imprudente jugar con un arma y, sin embargo, es posible hacerlo. Un hombre toma un machete o un fusil y hace como si fuese a herir o matar a alguien. (su contrincante) comprende esto y hace como si huyese y evitase el golpe. Helos haciendo contorsiones que producen risa… Juegan”.
El autor se pregunta por qué no se lastiman, su respuesta es porque conocen el límite entre lo que es un juego y lo que no lo es. Si no reconocieran ese límite se transformaría en agresión. Diego nunca traicionó la esencia del futbol porque lo reconocía como un juego que se despliega como habilidad y destreza.
Desde perspectiva el futbol es un juego que necesita del arte. Cada jugador desarrolla habilidades y destrezas que lo tornan más hábil y competente. Pero todo jugador reamente juega porque confía en sus contrincante, jugar a pelear, por ejemplo hacer ejercicios de esgrimas, supone un primer pacto : confiar en el otro: la acción va destinada a desplegar su arte y no a lastimar a su contrincante. El juego es una búsqueda constante de nuevas habilidades o perfeccionamiento de las existentes.
Diego amaba la pelota y jugaba al futbol, eso definió su ser-estar porque siempre tuvo claro lo que es juego y lo que no lo es. La base de todo juego es desplegar habilidades que nos hagan felices, si Diego agredió a alguien fue sin duda su propio agresor, tal vez deberemos reflexionar sobre cómo cuidamos a aquellos que amamos
“Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha” .esta afirmación sintetiza su ser-estar . Gracias Diego has sido un excelente maestro., te vamos a extrañar
Hermoso!!!
Impecable…!!!
Diego,..te vamos a extrañar mucho..!!