Por Adriana Fernández Vecchi

Queremos brindar un breve informe sobre la preocupante situación de los Espacios de Memoria en Argentina. Estos espacios, que operan en antiguos centros clandestinos de detención y exterminio de la última dictadura cívico-militar (1976-1983), enfrentan desafíos significativos debido a despidos de personal y desfinanciamiento. Esta situación pone en riesgo la preservación de archivos históricos, el mantenimiento de las instalaciones e incluso la continuidad de estos sitios.La Mesa de Trabajo de los ex centros clandestinos ha elaborado un informe detallado que destaca la gravedad de la situación actual. Señalan que, además de los despidos y la falta de recursos, algunos espacios están en peligro de cierre, pérdida de materiales de archivo y deterioro de las instalaciones por falta de mantenimiento. Esta realidad es consecuencia de políticas de vaciamiento y olvido promovidas por el gobierno actual.
Además, se ha denunciado que la Secretaría de Derechos Humanos, dirigida por Alberto Baños, ha prohibido la realización de actividades en los sitios de memoria sin su aprobación previa. Esta medida centraliza el control de las actividades y limita la autonomía de estos espacios para organizar eventos y actividades conmemorativas.
Estas actividades son culturales y educativas, como así también de extensión cultural que brindan al barrio en forma gratuita un desarrollo para las familias.
Frente a este panorama, los organismos de derechos humanos, junto con trabajadores y trabajadoras de los sitios de memoria, organizaciones sociales, culturales, sindicales y políticas, están llevando a cabo diversas actividades para sostener la lucha por la memoria, la verdad y la justicia. Hacen un llamado urgente a la comunidad para apoyar estas iniciativas y garantizar la continuidad de las políticas públicas destinadas a promover los derechos humanos y los juicios por crímenes de lesa humanidad.
El informe es una llamada de atención sobre la crítica situación que atraviesan los Espacios de Memoria en Argentina y una solicitud de apoyo para mantener viva la memoria histórica y asegurar que las atrocidades del pasado no se repitan. Estos son Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), Olimpo, Club Atlético, Automotores Orletti, y Virrey Cevallos, Faimallá en Tucumán, El Faro en Mar del Plata, RIM 9 en Corrientes, Campo de Mayo en Bs As.
Declara el Juez Dr Slokar el domingo en el diario Tiempo Argentino «La batalla cultural es una guerra declarada a la vigencia de los Derechos Humanos» No es sencillo sintetizarlo a un análisis frente a los dispositivos de la época que se ensayan como una «batalla cultural» pero que en realidad son como una guerra declarada a la vigencia estricta de los Derechos Humanos. Ese es el punto de partida. Existe una suerte de reestructuración de las condiciones predemocráticas. Vivimos una burdo remake de la doctrina de seguridad nacional. Algo que va más allá de la última dictadura cívico militar y repone las condiciones similares al onganiato, al amparo de cierto ropaje que encubre una idea de futurismo. Lo que se ensaya es una vuelta de tuerca a la violencia política ejercida desde el estado”.