Por Adriana Fernández Vecchi
La Alianza Anticomunista Argentina, Triple A, fue una organización de extrema derecha organizada por el que fuera ministro de Bienestar Social en Argentina, José López Rega, entre los años 1973 y 1975. La subvencionó con los fondos del Ministerio que dirigía y la formó con mercenarios, agentes de los servicios de inteligencia y militares dados de baja de las fuerzas armadas por delitos comunes.La Triple A se la responsabiliza de unos 2.000 crímenes políticos. El objetivo de la organización era la eliminación de conocidos o sospechosos comunistas y otros políticos considerados de izquierdas. Fue responsable de la desaparición y muerte de casi 1500 personas y Actos criminales: Terrorismo, torturas y desaparición de personas
¿Porque traemos estas imágenes de 1975? Porque cuando uno tiene memoria y recuerda lo percibido y el cuerpo sabe, entonces registra ciertos ambientes, olores, sensaciones en el corazón que no son agradables. Nos sucede eso cuando como parte imaginario social nos retrotraemos a la patria y la democracia en peligro. Y cuando la democracia está en peligro Sabemos que significa
Significa falta de libertad. Ausencias, incertidumbres hambre, pobreza, desaparecidos, Familias destrozadas, sin razones, falta de escucha, libros quemados, éxodo de científicos, tierras arrasadas. Miedo, terror de paraliza, exclusión, racismo, homofobia y más…
Agamben habla de la subjetividad y sobre el yo Nos dice que el conocimiento de si constituye la subjetividad. Pero hoy se determina el.yo como estatuto lingüístico de la persona.
Asi el lenguaje organiza de tal manera que le permite a cada locutor, según sus herramientas discursivas, es capaz de apropiarse del entorno y dándole poder para manipular a los receptores.
Entonces el discurso da identidad determina cómo son elementos el perfil del yo de tal manera que su Yo pienso que era la forma de designar lo propio del sujeto trascendental se convierte ahora en lenguaje.
El Yo no es más que locutor que dice. No importa si es verdad o no. Lo cierto es mera ilusión, Así el pensamiento moderno se disuelve en la aceptación del discurso como el poder generador de un nuevo Yo.
Desde el ’75 ahora ha cambiado el paradigma. De un sujeto aún conciencia o un sujeto lenguaje en donde el poder hegemónico ha tomado la delantera.
¿Cuáles son las alternativas para el continente aquejado por una deuda externa agobiante, alta tasa de desempleo, la desigualdad social que parte de lo económico que deriva en el acceso diferencial a la educación y a la salud? En lo político falta de confianza en los gobernantes porque éstos no comprenden que el “gobierno del Pueblo” no se agota en las urnas, en elegir autoridades y convivir en democracia con la pobreza. Redes sociales plagadas de discursos que tergiversan la realidad y siembran semillas de odio.
Estos cuarenta y siete años con experiencias sociales tremendas desde desaparecidos, guerra, hambre y años de recuperación de la democracia ganada, hemos madurado. Pero hoy han aparecido nuevas derechas que gestionan violencia y un sentido común de formas antipolícas, antidemocráticas. discursos del odio que son anti vida. La vida es construir, es desarrollo, es permanencia, es latido. El odio es interrumpir la construcción, es destruir. Son palabras de un oscuro sarcasmos con traje de revolución pero que operan para ser un factor más de control mental.
Tenemos ahora una historia de derechos ganados, Derechos Humanos, Derechos de inclusión, derechos sociales. entonces pensemos ¿que debemos hacer? ¿de qué somos responsables?
Y somos responsables de poner límite cuando la frontera de la mentira del odio y de todo aquello que hace que se deteriore nuestra calidad de vida.
Recordemos el poema de Pastor Niemöller Fue internado en los campos de concentración de Sachsenhausen y de Dachau desde 1938 hasta 1945.
«Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
ya que no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
ya que no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
ya que no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
ya que no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar».