Política | Las dos semanas que cambiaron la Argentina.

La siguiente nota es un adelanto del tema de Tapa del nº 110 de la Revista ECO Informativo.
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Por Daniel do Campo Spada.
(TV Mundus – Adelanto exclusivo de la Revista ECO INFORMATIVO nº 110
para CEDIAL)

En 1919, el periodista estadounidense John Reed escribió una de las obras más emblemáticas de la historia del periodismo. El título del libro fue “Diez días que conmovieron al mundo” en donde contaba los acontecimientos y el impacto que provocó la Revolución Rusa de octubre de 1917. En este caso podríamos decir, “las dos semanas que cambiaron la Argentina”. Estamos haciendo obvia referencia a las dos semanas que van desde la frase del fiscal macrista Diego Luciani pidiendo la proscripción de Cristina Fernández hasta el disparo fallido del nazi Fernando Sabat Montiel sobre la cabeza de la principal líder del peronismo. Aún no sabemos para que lado saldrán los acontecimientos, pero hay un hecho innegable. Nada será igual en la Nación más austral del mundo. El 2 se septiembre, casi 700 mil personas se reunieron en las inmediaciones de la Plaza de Mayo con un solo propósito. Decir basta a los odios que genera la derecha e imponer la tolerancia más allá de que está más claro que nunca que en estos momentos el país está claramente fracturado. Las fuerzas conservadoras lograron consolidar una grieta que será muy costoso subsanar.

Fiscal Diego Lucani, encargado de la misión de proscribir a Cristina Fernández.

Primer acto.
La proscripción de Cristina Fernández.

El fiscal Diego Luciani, entrenado en oratoria por Estados Unidos y siguiendo un guión escrito por los periodistas de Clarín y La Nación comenzó el camino del intento de proscripción de Cristina Fernández. La Vicepresidenta de la Nación es sin duda alguna la figura política viviente más importante desde el retorno a la democracia. Incluso, durante el régimen macrista (2015-2019) la persiguieron en un intento de borrarla del mapa en una movida que la “Justicia” macrista intenta hasta el día de hoy. Le agregaron pruebas después de su declaración, no le aceptaron la recusación a funcionarios judiciales amigos entre ellos (que incluso juegan al fútbol en la quinta de Mauricio Macri) y no le permitieron ampliar su indagatoria. Todo listo para condenarla. La quieren borrar porque no pueden con ella. Pero lejos de hundirla, en apenas dos días el mapa internacional “explotó” siguiendo la indignación de los argentinos ante el atropello a la líder del peronismo.
Cuando Luciani pidió a su amigo, el Juez Rodrigo Giménez Uriburu (hijo de un militar implicado con la dictadura) que la condenen a Fernández a doce años de prisión y a la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos, metió la mano en un panal. Las fuerzas de la democracia, que parecían dormidas reaccionaron porque la derecha brutal viene por todos aquellos que intenten hacer una gestión para la gente. Como bien lo explicó en su alegato por las redes (lo que no le permitieron en el Tribunal Oral Federal nº 2 que se lo negó) “no vienen por mí, vienen por Uds. y para aleccionar a la clase dirigente para que no se atreva a discutir el libreto de los poderosos”.
Mientras que los fascistas parecían haber ganado la calle, no paran las manifestaciones espontáneas en favor de ella. Cada noche miles de ciudadanos le manifiestan su apoyo y cuando desde su despacho en el Congreso habló por internet, al terminar, otros miles la esperaban para saludarla en lo que ya es “el balcón de Cristina”. Además, los sindicatos, las distritales del Partido Justicialista, movimientos sociales y organizaciones concretaron manifestaciones a su favor en las principales plazas del país. La quisieron borrar del mapa y se instaló con una fuerza tal que la convirtieron en el principal tema regional.
Lo que el Poder Judicial macrista quiere hacer con CFK es lo mismo que en su momento hicieron con Luiz Ignacio Lula Da Silvia (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), Manuel Zelaya (Honduras), Fernando Lugo (Paraguay), Evo Morales (Bolivia) y han intentado con Nicolás Maduro (Venezuela) y Daniel Ortega (Nicaragua). La reacción tiene una dimensión que la derecha internacional no imaginaba. Una vez más Cristina los sorprendió. Por eso la odian, porque “a lo Maradona” siempre saca una movida que ni los militantes más creativos imaginan.
Estados Unidos quiere golpearnos una vez más. En nuestra propia cara el Embajador yanqui Marc Stanley dijo que “ahora tienen que unirse en una gran coalición porque tienen las cosas que el mundo necesita (litio, alimentos y agua) y nosotros estamos listos para ayudarlos”. Era un encubierto llamado a romper el orden constitucional porque el macrista Horacio Rodríguez Larreta dijo reiteradamente “… en el 2023” y el estadounidense reclamó “ya”. En Bolivia dieron un Golpe de Estado contra Evo Morales (con la complicidad de Mauricio Macri) para quedarse con el litio, algo que hasta justificó el extraño personaje Elon Musk. Y nosotros estamos en la mira. Necesitan gobiernos dóciles y anti-nacionales y dirigentes como Cristina Fernández y el peronismo son un freno para eso. Por eso apelan ahora a “jueces” pusilánimes como antes usaban a los militares.

Segundo acto.
La Policía de Larreta reprime a los peronistas.

La Policía de la Ciudad que conduce el Intendente Horacio Rodríguez Larreta reprimió brutalmente a los ciudadanos peronistas que fueron a apoyar a la Vicepresidenta Cristina Fernández en su domicilio. Los uniformados macristas golpearon con palos y lanzaron agua con un camión hidrante. La provocación de la ultraderecha comenzó cuando con vallados metálicos quisieron aislar a la principal dirigenta política del país de los miles de manifestantes que la apoyan ante el intento de proscripción.
En pleno frío de la tarde, los esbirros del macrismo comenzaron a atacar lanzando agua contra personas que en forma pacífica estaban en las inmediaciones de la vivienda de Fernández. Mientras que los policías porteños toleran los ataques de fanáticos del fascismo, cuando los que se manifiestan son los defensores de la democracia reprimen en forma brutal. La Policía del Intendente porteño no solo sitió la vivienda de Cristina Fernández para impedir la llegada de miles de militantes que le fueron a brindar su apoyo ante el intento de proscripción sino que además preparaba disturbios. En el momento en que se ponían las vallas que iban a despertar la indignación de los ciudadanos, dos volquetes llenos de piedras se estacionaron en las inmediaciones con la protección de los uniformados. En esa cuadra no había ninguna obra y generalmente, los volquetes están vacíos para ser llenados. Estaban sembrando de potenciales proyectiles para que cuatro infiltrados generaran un gran lío que justificara el accionar de los macristas uniformados.
No es la primera vez que el fascismo hace disturbios de falsa autoría para justificar la represión sobre quienes están defendiendo la democracia. Es una estrategia muy usada por los instructores estadounidenses. No solo hasta las valijas del corrupto José López tenían dinero macrista sino que además lo han hecho en más de una protesta popular.
Rodríguez Larreta, Diego Santilli y María Vidal validaron la represión que lastimó a más de diez militantes y tres periodistas de medios colegas. La Policía macrista además agredió el sábado 27 de agosto al colega Ezequiel Guazzora pegándole en la cabeza donde le produjeron un corte que ameritó cuatro puntos de sutura. El periodista agradeció a los profesionales del Hospital Rivadavia. Lejos de cumplir su rol de protección, los uniformados del macrismo agredían a militantes y a trabajadores de prensa que no responden a la ultraderecha.
Guazzora quedó tendido en el piso en las inmediaciones de la casa de la Vicepresidenta Cristina Fernández cuando desempeñaba su tarea con la habitual maestría con la que se ubica con su cámara en el centro de los acontecimientos. La Policía de Larreta sabe a quienes agrede porque son selectivos, ya que además le pegaron a personas identificadas como defensores de la democracia previa selección de si tenían fueros o no.
En un video que acaba de trascender se puede ver cómo la Policía de Larreta le pega al Diputado Nacional Máximo Kirchner y le impide llegar a la casa de su madre, la Vicepresidenta Cristina Fernández el sábado 27 de agosto a la noche. Por el audio que se escucha en todo momento, perteneciente al celular de un policía macrista que redondea diciendo “la concha de tu madre…vas a ver a tu vieja” en una clara persecución no solo al hijo de la mayor líder del país sino que además es el Presidente del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires.
Los esbirros uniformados del macrismo agredieron además a dirigentes varios del peronismo en una clara posición ideológica. La fuerza de choque de Rodríguez Larreta no discriminó en pegarle o negarle el paso a Diputados Nacionales y a Legisladores Porteños ni tampoco a Gobernadores, como es el caso de Axel Kicillof.

Tercer Acto.
El atentado contra Cristina Fernández.

En el momento en que regresaba a su domicilio el 1 de septiembre, un sicario brasileño intentó asesinar a la Vicepresidenta Cristina Fernández. En medio de una manifestación de apoyo desde que intentan proscribirla, Fernando Sabag Montiel de 35 años percutó su arma Bersa calibre 22 sobre el rosto de la dirigenta peronista que en el momento no fue consciente del fallido intento de magnicidio. En forma inmediata el delincuente fue detenido por la Policía Federal que la custodiaba.
Las primeras pericias indicaban que tenía cinco municiones en un arma apta para el disparo y más allá de que aparentemente no tenía balas en la recámara (algo que tendrá que comprobar el peritaje) era real, desmintiendo las primeras informaciones de que era de utilería. En forma inmediata se está instrumentando un estudio de la procedencia.
Montiel, el brasileño de 35 años que intentó matar a Cristina Fernández tiene antecedentes con la justicia por tenencia de armas. El 21 de marzo de 2021 en un control policial fue encontrado con un cuchillo de 35 cm de largo. Tendría además denuncias varias por violencia de género y maltrato de animales.
Algunos de sus tatuajes que se empiezan a conocer con el correr de los minutos permitirían relacionarlo con grupos de ultraderecha nazis que en las últimas semanas aumentaron su grado de violencia. Durante la tarde, un fascista en bicicleta había detenido tras esgrimir una llave francesa con intenciones de agredir al grito de que odiaba al peronismo.
El delincuente puso en su perfil de Facebook que “no estamos de acuerdo con gente que viene de afuera a ocupar una villa y vivir gratis y a vivir de planes sin trabajar y venden droga, habría que extraditarlos”. Apareció en móviles callejeros del canal Crónica TV al que buscaba obsesivamente para descargar su racismo y xenofobia.

Cuarto Acto.
Todos por la Democracia contra el odio fascista.

Tras la impensada noche del atentado el Presidente Alberto Fernández se dirigió a la población por cadena nacional ante el intento de asesinato de la Vicepresidenta Cristina Fernández en la noche del 1 de septiembre de 2022 cuando arribaba a su domicilio. El Gabinete Nacional se reunió de emergencia en la Casa Rosada ante el atentado. Encabezados por el Presidente Alberto Fernández, quien permaneció toda la noche despierto, los Ministros diseñaron acciones de Estado ante el grave incidente que puso en peligro la continuidad de la democracia.
El intento de magnicidio es el hecho más grave de estas características desde octubre de 1983 cuando Raúl Alfonsín ganó las primeras elecciones tras la sangrienta dictadura derechista de Jorge Videla. Aunque la democracia estuvo en suspenso durante el régimen macrista (2015-2019), el intento de recuperación es una lucha cotidiana ante una oposición mediático-oligárquica que quiere la oscuridad.
Más de 600 mil personas se acercaron en forma espontánea u organizada a la Plaza de Mayo reclamando el sostenimiento de una democracia en paz respetando las diferencias. Estuvieron presentes los partidos que componen el oficialista Frente de Todos, otros de izquierda que habitualmente evitan compartir el espacio con el peronismo, organizaciones de Derechos Humanos y civiles de distintas ramas. El atentado contra la Vicepresidenta Cristina Fernández movilizó a todas las fuerzas vivas que no están dispuestas a que el odio se instale en la vida de los argentinos. Alejandra Darín leyó ante la multitud
La multitud no solo copó la mítica plaza sino que las dos diagonales (sur y norte) estaban llenas con alta densidad de ciudadanos por metro cuadrado al igual que la central Avenida de Mayo que en un tramo superó largamente el cruce con la Avenida 9 de Julio. A pesar de haber sido declarado Día Feriado en emergencia para defender la democracia, la principal zona de la Ciudad de Buenos Aires se convirtió en el epicentro de una movilización que iguala a las más importantes de la última década.

CONCLUSIÓN.

Los años han convertido a este periodista en escéptico y con el mismo acierto en que indicamos en otra nota que el final de la pandemia nos iba a devolver con las mismas miserias que antes (e incluso peores), lo mismo podemos decir de ahora en más. Es verdad que el atentado a Cristina Fernández era lo que faltaba en una persecución que no se detuvo nunca desde el primer día que el peronismo comenzó a trabajar en la dignidad tras la destrucción de la década neoliberal al final del siglo XX. Nadie sueñe que los medios de comunicación hegemónicos y los políticos de la derecha se vuelvan democráticos de la noche a la mañana pero sí nadie puede negar que quien se puso en alerta han sido las fuerzas populares, que parecían dormidas ante la decepción por tibieza que le provoca un Gobierno propio del que esperaba mucho más.
Nada será igual. No decimos mejor, pero las cosas han cambiado de lugar.

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