Por Juan Latrichano
Pudimos advertir que uno de los temas que apareció en el debate presidencial fue el relativo a la deuda pública nacional. El candidato por el Frente de Todos, Alberto Fernández, señaló que el actual Gobierno la había elevado en forma significativa. A su vez el señor Presidente, Mauricio Macri, respondió que en la gestión anterior la deuda había crecido en 38% en tanto que en su Gobierno dos tercios del crecimiento obedecía a pagos de deuda pendiente y el tercio restante al déficit fiscal. Según datos publicados por la Secretaría de Finanzas de la Nación que pueden consultarse en la página respectiva, en el año 2004 la deuda representaba un 118,1% y en el 2015 un 52,06%. Por lo tanto vemos que la deuda en la gestión anterior no creció sino que disminuyó a menos de la mitad. Por otra parte resulta poco clara la mención acerca de que dos tercios de la deuda contraída fue para pagar deuda anterior. Si miramos la información antes citada vemos que entre el 1 de enero de 2016 y el 30 de junio de 2019 la deuda creció 96.000 millones de dólares. Luego dos tercios son 64.000 millones de dólares.
¿Es eso lo que se pagó de deuda anterior?
No. Lo que se pagó de deuda anterior fueron 9.300 millones de dólares correspondiente a los fondos buitre. Por lo tanto la explicación no cierra. Además si se pagó una deuda registrada emitiendo otro título eso constituye una operación permutativa. Por lo tanto la deuda no debería subir.
Para finalizar deseo señalar que al cierre de 2015 la deuda era del 52,06 % del PBI mientras que al 30 de junio de 2019 era 80,7. Ah, falta la devaluación de agosto que exponenció aún más el problema. El default técnico en el que nos hallamos muestra otra diferencia enorme respecto al cierre de 2015. En esa fecha el FMI no estaba ni en el banco de suplentes.
Son pequeñas enormes diferencias.