Convocatoria CEDIAL “¿Que ha sembrado en Vos, Memoria, Verdad y Justicia?” | Sembrar semillas de justicia para los frutos del mañana.

Por Vicente Noce

Partiendo de esta premisa, la balanza que representa la justicia está desbalanceada y la mujer que, con una venda en sus ojos, la representa y la sostiene, hace oídos sordos a los reclamos del pueblo. Los jueces que debían restablecerla, se venden al mejor postor. Hoy como ayer, con tristeza comprobamos en nuestras sociedades grandes desigualdades entre ricos y pobres. Abundan oprimidos y excluidos. Nefastos personajes nos mienten y engañan y con los medios de comunicación como aliados, nos gobiernan entregando nuestros bienes al capital extranjero. Como bien sabemos esta situación sucede en el universo desde el principio de los tiempos. En las naciones surgen dictadores y tiranos queriendo esclavizarnos y líderes revolucionarios que entregan su vida para liberarnos. Hitler, Mussolini y tantos otros, por un lado, Gandhi, Luther King por el otro, dejaron huellas marcadas que aún persisten.
Con apenas nueve años, pisé este suelo y fui siendo testigo de la violencia, bombardeos en las calles, quema de los templos, Perón en el exilio, de los libros fueron arrancadas las imágenes de Perón y Evita, las botas al poder. Y como bellamente dice León Gieco, todo lo iba almacenando en la memoria.
En mi incipiente juventud, fueron soplando nuevos aires libertarios en América Latina. Surgían cambios y nuevos líderes que luchaban para derrotar a los tiranos de turno. La Revolución Cubana, Fidel Castro y el Che Guevara nos mostraban el camino que muchos anhelábamos. Mientras en nuestro país la dictadura se mantenía en el poder y crecían las Villas de Emergencia.
Mi mudanza junto a mi familia a la zona de Chacarita, me permitió entablar nuevas y profundas amistades que aun perduran. Cada uno fue formando su hogar y en nuestras habituales reuniones y guitarreadas se mezclaban zambas, chacareras junto a “Desalambrar” de Viglietti, “Viva la Quinta Brigada”, “El Pueblo Unido Jamás será Vencido”.
El regreso de Perón, las balas sobre mi cabeza en Ezeiza, grupos de derecha e izquierda enfrentándose, “imberbes” expulsados de la Plaza, el padre Mujica abanderado de los humildes, la Triple A con López Rega a la cabeza, la lucha armada. Nuestra nefasta bailarina Isabelita como presidenta no pudiendo controlar los graves enfrentamientos, fue a pedir ayuda en los cuarteles y allí se terminó lo que se daba. Videla y sus secuaces en el escenario.
Se ensombreció el cielo de nuestra Patria y nuestras vidas dejaron de ser lo que habían sido.
Con el Terrorismo de Estado comenzó el mayor exterminio, la máquina de aniquilar se puso en marcha y no les tembló el pulso. Persecución y secuestros, Campos de Concentración, 30000 desaparecidos, pánico generalizado. Nadie veía nada. ¡Ojo que tu apellido no figurase en una agenda!
Eso sí, fuimos campeones en el Mundial 78, con nuestro lema: “Los argentinos somos derechos y humanos”. Si inclusive los partidos los disfrutaban haciendo un paréntesis entre picanas y bastonazos, víctimas y victimarios.
Los métodos más sofisticados del mal: traslados, inyecciones, vuelos de la muerte, madres pariendo en cautiverio, bebes que perdían su identidad y se les asignaba otra, médicos cómplices, mujeres violadas. Si hasta en Navidad se obligaba a los cautivos a ponerse de rodillas, rezar y “festejar con guitarra en mano”, para luego comer los panes dulces que el Grupo de Tareas había robado de una panadería con camión y todo.
Si algo le faltaba a tanta hipocresía, nuestros militares queriendo convertirse en héroes hollywoodenses, declararon la guerra a los piratas ingleses. Mandaron al frente a miles de jóvenes sin las herramientas necesarias para semejante enfrentamiento.
¿Y nosotros piolas o giles? Con nuestros gauchos correntinos ya creíamos que éramos vencedores. Esto es el principio del fin de la dictadura.
En medio de tanta desolación y estragos, surgen flores y de allí nacen las Madres y Abuelas, sí las Locas de la Plaza, las madres coraje, ejemplo casi inédito en la historia universal.
Nadie pudo detenerlas, ni fusiles, caballos, sotanas, ni obispos.
Por fin la democracia, Alfonsín, el Nunca Más, el Juicio a las Juntas Militares, “la casa está en orden”, el punto final.
Y nuevamente un grotesco en la escena, el pseudo caudillo Menem, sus patillas y la revolución productiva, traidor y vende patria. Después de dela Rúa y la crisis del 2001, surge el pingüino Néstor con su compañera que con el tiempo se convertiría en nuestra “yegua”.
Los dos lucharon para equilibrar aquella balanza desbalanceada. Él pidió perdón a las madres y abuelas por el silencio del Estado, bajó los cuadros de Videla y Bignone en el Colegio Militar y convirtió a los ex centros clandestinos de tortura y exterminio en Lugares de Memoria. Proliferaron los juicios a los genocidas al reconocerse esos delitos como de lesa humanidad, sin prescripción en el tiempo.
Hoy los pocos sobrevivientes que tuvieron que reconstruir sus vidas, se interrogan cómo es posible que estén vivos. Han dado testimonio en los juicios permitiendo rearmar la memoria en busca de verdad y justicia.
Muchos acompañan sus declaraciones con poemas, relatos verídicos, algunos novelados que dan lugar a libros conmovedores que perdurarán para futuras generaciones y nos advierten para que Nunca Más caigamos en hechos semejantes.

20/04/2021

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Alguna bibliografía que acompaña:

-Desaparecido, memorias de un cautiverio < Mario Villani (25/05/1939-11/02/2021) y Fernando Reati>

-Posdata Escritos de los sobrevivientes de Banco y Olimpo (Editorial baobab 2018)

-Una sola muerte numerosa Premio Letras de Oro 1995-1996.

-El fin de la historiaEditorial Alfaguara 1996

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