Reseña del libro
¿Para qué sirve realmente la economía?.
Miren Etxezarreta, Paidós, 2015 251 páginas.
Por Lic. Laura Rolla
En el contexto de la pandemia el debate en torno de una dicotomía Salud/Economía se manifestó en distintas dimensiones de nuestra vida política, mediática y académica. Desde algunos sectores la toma de posición respecto del segundo componente se presentaba como la postura racional, centrada en la gestión del aspecto material de la crisis. Erróneamente distintos gobiernos y sectores de poder a nivel internacional apostaron por la salvaguarda de del funcionamiento de las economías nacionales, que tendría mayores posibilidades de minimizar los impactos negativos para las sociedades.Varios meses después y pese al fracaso de esta posición, el debate continúa. En este contexto de incertidumbre y confusión entre medios y fines, la pregunta formulada por Miren Etxezarreta, catedrática emérita de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona, cobra una actualidad y relevancia particulares.
Al intentar explicar para qué sirve realmente la economía, en este trabajo de 2015 se analizan los fundamentos de la Ortodoxia, la cual “proporciona unas recetas de actuación que convienen al poder económico, al tiempo que se ocupa de mantenerlo, expandirlo y proporcionarle la legitimidad ‘científica’ que necesita”. Y a partir del examen de la Economía Convencional, Etxezarreta presenta la vinculación entre la justificación del capitalismo y sus prácticas, y la evolución del pensamiento dominante hasta el establecimiento del neoliberalismo como un enfoque holístico.
En este sentido, al partir de los postulados de la racionalidad individual y otros fundamentos centrales del planteo clásico, se propugna una” mercantilización de todos los aspectos de la vida social, focalizando el crecimiento constante como unidad de medida y único motor de la vida social. En ese contexto, el rol del estado adquiere un signo negativo, ya que se limita a la regulación de los aspectos que posibilitan la acción de los actores económicos más poderosos y globales, en detrimento de los intereses de la propia ciudadanía.
En términos de su capacidad explicativa, para Etxezarreta la Economía Convencional, fundamentalmente “disimula la explotación de la inmensa mayoría de la población para beneficio de unos pocos propietarios, mientras que la Crítica trata de desvelar las consecuencias del funcionamiento del capitalismo para las distintas clases”.
Por eso, la capacidad interpretativa de la Economía Crítica reside en la firme intención de problematizar las verdaderas condiciones de nuestras sociedades. En el contexto del análisis académico, las herramientas del abordaje crítico continúan en una posición minoritaria, que como tal ha tenido que enfrentar diversos intentos de desacreditación por parte del mainstream, vinculado a los sectores de poder económico concentrado.
Esto muestra la necesidad de avanzar en la divulgación de sus trabajos, como forma de mostrar la correspondencia entre las crisis y la propia evolución del paradigma neoliberal, que sigue legitimando la desigualdad material y la exclusión de las mayorías en la toma de las decisiones. Desde la crítica, Etxezarreta invita a repensar” la naturaleza profundamente injusta de sistema capitalista como un primer paso para avanzar hacia la construcción de otro tipo de sociedad más justa, igualitaria y armónica.
En esta situación sanitaria sin procedentes modernos, la economía debe ser transformada.