Por María Victoria Escoz. Una barrera de cascos y uniformes, ojos congelados, músculos tensos en la cara, manos agarradas de las armas Como un muro de piedra. Algunos disfrutan esa migaja que el poder les deja, de someter a otros más desvalidos, y borrar su propia debilidad. Otros simplemente obedecen órdenes, aceptan ser pensados. ¿ […]