Por Patricia Ongania
La política exterior liderada por Diana Mondino y el presidente Milei no termina de ajustarse, por lo cual se asiste a prácticas ilegales que el gobierno decide ignorar, en el Mar Argentino. La improvisación del gobierno libertario tiene consecuencias; por un lado, no hay garantía de que no estemos yendo en camino a la desproteccion de los recursos marinos, y por otro, ya hay una violación a nuestra soberanía, hecha por empresas extranjeras que desconocen la jurisdicción nacional del Mar Argentino. También, hay sospechas de pesca ilegal.Varias renuncias en el ámbito de la Secretaría de Pesca fueron consecuencia de lo acontecido: la de Julián Suárez, Director de Control y Fiscalización Pesquera, quien afirmó que por órdenes superiores (¿de Mondino?), le habían impedido ejercer sanciones sobre el buque Tai An, de la empresa Prodesur, por presunta pesca excediendo las cuotas permitidas de merluza negra, en aguas adyacentes a Usuahia, Tierra del Fuego. También renunció el subsecretario de Pesca Juan Antonio López Cazorla, quien no consiguió que el buque volviese al puerto, supuestamente por protección del gobernador fueguino Gustavo Melella, y, además, dejó su cargo Pablo Ferrara Raisberg, coordinador general de la Comisión Nacional de la Plataforma Continental, de confianza de Mondino, quien le habría pedido que diera de baja la orden. Claramente en Cancillería como en otros lugares del gobierno nacional no se cumple con las funciones propias de cada cargo, o se sobrepasan los límites o no se hace nada. También renunció Guillermo Abdala Bertiche, que era el director nacional de Acuicultura.
La pesca ilegal en el Mar Argentino fue perpetrada por un barco con bandera nacional, pero perteneciente a la empresa PRODESUR, el Tai An, propiedad del empresario chino Liu Zhinjang, situación que Cancillería “arregló” pidiendo algunas renuncias; pero no, la de los responsables políticos de más alto rango, que permanecen en silencio. La empresa está radicada en Usuahia, y tampoco el gobernador Melella ha dicho nada sobre esta cuestión. Las renuncias que se habían pedido se basaron en el descubrimiento de 163 toneladas de merluza negra, especie que tiene una cuota mucho menor de pesca ( porque está sometida a la protección estatal por tratarse de una especie en riesgo). El problema político en ciernes se relaciona con la injerencia de los funcionarios públicos en el accionar de las empresas privadas de pesca, muchas de ellas de capital internacional, favoreciendo e, incluso, ocultando las magnitudes de la pesca; pero, lo más importante, involucra la calidad de especie a proteger que el buque chino ha desconocido.
Cuando el Tai An, arribó al puerto de Usuahia, con el cargamento valuado en 5 millones de dólares, fue confiscado por una comisión de la Subsecretaría de Pesca, SENASA, y Prefectura. Además, en el cargamento se encontraron ejemplares jóvenes, con una longitud menor a 30 cm, cuya pesca está prohibida, para no poner en peligro de extinción a la especie. En el decomiso se pudo comprobar que la técnica para la pesca era la de arrastre, que tiene reparos en la legislación argentina, puesto que consiste en el arrastre de todo lo que encuentra la red en su paso por el lecho marino, provocando un fuerte daño al ambiente marino.
Desde hace más de 15 años, existe un sistema de cuotificación de pesca de la merluza negra, especie protegida en el mundo entero; por lo cual, ni empresas nacionales, ni mucho menos, extranjeras, pueden pescarla sin autorización de la autoridad nacional; pero, está expresamente prohibida la pesca de ejemplares en etapa de desarrollo, justamente lo que se encontró en el buque decomisado.
El accionar de la empresa fue denunciado por la organización ambiental “Sin azul no hay verde”, como consigna Infobae, especialista en la protección del Mar Argentino, que declaró en la red social X: “el caso del buque Tai Ann, que pescó toneladas de merluza negra juvenil sin tener permiso para hacerlo, refleja la impunidad de algunos actores de la pesca en Argentina y la falta de coherencia ambiental y del impacto negativo, que tiene un hecho así, en nuestro ecosistema marino”. Al mismo tiempo, se criticó la falta de fiscalización de los organismos nacionales, … ¿“y si esto no fuese un hecho aislado?”, se preguntaban los agentes públicos, por eso se pidió que el buque Tai An fuese sancionado por incumplimiento del Régimen Federal de Pesca (Ley 24.922) y la Ley General de Ambiente (Ley 25.675), dado que se trataba no sólo de una sobrepesca sino específicamente de una sobre explotación de especies. También se condenó la falta de conciencia ambiental y la ignorancia del impacto negativo sobre la reproducción de la especie en cuestión. La pesca de la merluza negra se descentralizó a principios del año 2000, iniciándose el proceso de sobre explotación y sobre pesca, dañando a la población animal, con una escasa reproducción, al tener un periodo de vida más largo. Así cuando se captura ejemplares jóvenes, en demasía, se daña la posibilidad de recuperación de la merluza negra. Por eso el énfasis desde los sectores pesqueros, de castigar efectivamente a este navío. Se trata en términos específicos, de un ecocidio. La merluza negra tiene un valor de venta altísimo, y en el Mar Argentino está autorizada la pesca de 3700 toneladas anuales. La pesca decomisada tendría un valor puesto en el mercado, de cerca de 3.5 millones de dólares, pero, desde el punto de vista ambiental, el costo es mucho mayor porque se pone en riesgo a la especie. Se pescaron ejemplares jóvenes, de unos 22 cm de longitud, cuya captura está prohibida, aunque son los más codiciados por considerárselo un artículo suntuario, de consumo de lujo, en los restaurantes internacionales.
El Tai Ann se había excedido en el volumen de pesca y en el tipo de presa que habia atrapado. Se ven involucrados funcionarios del gobierno, sospechados de proteger a las empresas denunciadas, provocando tres renuncias en el área de pesca: Julián Suárez, director de Pesca, Juan Antonio López Cazorla, Subsecretario de Pesca de la Nación, quien al enterarse requirió al buque que se retirase de la zona de pesca de la merluza negra, sin éxito, y Pablo Ferrara, funcionario de tercera línea, de confianza de Mondino, quien le habría pedido que dé, de baja la orden.La inspección de la carga en el puerto se dio con presencia de Cazorla y se inició a primera hora del jueves 20. El dueño de la embarcación manifestó en su defensa que el volumen de pesca se debía a la llamada pesca incidental, por ello el gobierno no adelantó ninguna medida a tomar frente a este hecho.
En ese sentido, la ley federal de pesca establece como límite del By Catch o pesca inicidental de merluza negra, un máximo de 5 toneladas; el exceso en la cantidad de especímenes capturados en el barco chino refleja la impunidad de algún actor responsable en nuestro país. La merluza negra tiene un historial de casos de buques que fueron perseguidos e incluso llegaron a ser hundidos por la autoridad marítima al ser detectados.
La Cámara Argentina de Armadores Pesqueros y Congeladores de la República Argentina (CAPeCA), denunció una “ilegalidad de grandes proporciones” en el sector. Tres empresas del rubro denunciaron al barco pesquero. Hasta el momento la Subsecretaria de Pesca, no ha emitido ningún comunicado, ni tampoco actuó para impedir esta acción por una supuesta intervención a favor de la empresa, de la Canciller. La excesiva pesca del buque chino había sido corroborada desde la Dirección de Pesca con la lectura del parte de pesca electrónico, que registraba, no sólo una inusual cantidad sino tambien la presencia de ejemplares prohibidos de captura. De modo tal que no se puede alegar ignorancia. Así las empresas ARGENOVA, EMPESUR y PESANDAR, tenedoras del 100 % de la cuota de merluza negra también denunciaron esta situación a las autoridades pesqueras. Sostuvieron que la empresa denunciada no respetaba el Régimen Nacional de Pesca, Ley 24922 ni el sistema de cuantificación de la merluza negra, ni tampoco el área permitida para la pesca.
Por ello, el diputado Manuel Aguirre, de la UCR, presentó un proyecto de resolución para clarificar las condiciones por las que se produce, la renuncia del director de Control y Fiscalización Pesquera, Julián Suárez, que fue atribuida a las supuestas amenazas de parte de la Cancillería, luego de la imposición de las faltas al buque Tai An. Ademas tuvo como consecuencia, la renuncia de Pablo Ferrara, de Cancillería, que según sus empleados es un protegido de la Canciller.
Más allá de todo esto, este incidente se presenta en un ambiente muy poco propicio para Milei, desde el momento que los gobernadores patagónicos ya habían denunciado el capítulo sobre el Mar Argentino de la Ley Ómnibus, por considerarlo una entrega de los derechos soberanos sobre los recursos naturales de nuestro Mar Argentino. Además de los costos políticos, que deberán asumir a partir del cierre de las empresas pesqueras, ya sometidas a recortes presupuestarios y despidos masivos en la zona patagónica. Los gobernadores esperaban de la Ley Ómnibus y sus negociaciones, un inicio de la reactivación en la actividad económica, que claramente con un equipo económico liderado por Luis Caputo, no va a darse en el corto plazo, pero tampoco en un lapso de mayor tiempo. Lo que sucede en la industria pesquera, se repite en la industria de la construcción, uno de los motores de la economía, por lo tanto, aparecen nuevamente como ya dijimos, la licuadora y la motosierra en la actividad económica, la desaparición de la obra pública no se puede suplir con obras privadas. Ya tenemos una importante desafectacion de trabajadores, con contrataciones laborales en el sector público y en el sector privado, los contratos se renuevan por seis meses, las delegaciones de los despachos de las secretarias nacionales en el interior no existen más.
La industria pesquera era uno de los motores de la actividad económica, junto con otros sectores que intentan paliar la recesión, como la construcción, pero claramente la motosierra y la licuadora han dado espacio a un estado ausente, que pierde recursos y no tiene idea de la importancia de los diversos sectores de la producción ponderados a la actividad económica. Así como la actividad pesquera está perdiendo y camina hacia un achique, en el que los argentinos se quedan sin trabajo, esto se repite en otros sectores, por eso no consideramos que la economía recesiva que promociona la presidencia sea la puerta de entrada para el desarrollo, sino que lo que se ve desde la industria pesquera, y en el resto de la economía es el inicio de una recesión que no se sabe cuando va a terminar ni cómo va a terminar. El país muestra reminiscencias de la administración Macri, el achique en la industria pesquera, como en la industria automotriz, inicia un claro camino hacia una recesión con inflación que va a poner a nuestro pueblo en una situación dramática y lo que pasa en cada sector se reproducirá al resto de la actividad economica, si en algunas industrias hay achique, es claro que esto impacta en la actividad económica y recordamos “para muestra basta un botón”…La estanflacion con los dramáticos efectos sociales un económicos estan a la vuelta de la esquina