Por Daniel do Campo Spada.-
(TV Mundus para CEDIAL)
El 1 de mayo es el Día Internacional de los Trabajadores, conmemorando el fusilamiento de los sindicalistas y sus familias en la Plaza Haymarket de Chicago en Estados Unidos en ese día de 1886 cuando reclamaban una jornada laboral de 8 horas. La huelga duró cuatro días y el régimen estadounidense los ajustició en la propia fábrica, en la plaza y ahorcando a sus dirigentes un año después. Desde 1889, cuando se realizó el Congreso Obrero de la Segunda Internacional Socialista a nivel mundial se lo declaró como la jornada que reivindica a la clase trabajadora.Solo tres países no celebran esta jornada. Obviamente el país que los asesinó (EE.UU.), Gran Bretaña y Canadá. En el resto del globo es jornada no laborable. Es, junto a la Navidad cristiana y fin de año el único día en que la tierra detiene su actividad. Aunque en su proyecto original estaba declararlo jornada optativa, el régimen de Mauricio Macri no logró imponerlo en Argentina durante el régimen 2015-2019.
En nuestro país (Argentina) la clase obrera comenzó tempranamente a forjar una estructura de clase con los sindicatos y organizaciones anarquistas, que sembraron la conciencia que luego tendría otras ramificaciones (comunistas, socialistas, socialcristianos y sindicalistas “puros”). De estos últimos se nutrió el peronismo, fenómeno político original en el que militares nacionalistas encabezaron un movimiento de reivindicación de la dignidad trabajadora. Juan Domingo Perón (1895-1974) fue una excepción que solo se repitió a finales del siglo XX en Venezuela con Hugo Chávez (1954-2013), más allá de algunas experiencias como las de Velazco Alvarado (1910-1977) en Perú, Jacobo Árbenz (1913-1971) en Guatemala y Omar Torrijos (1929-1981) en Panamá. Esa unión de militares populares (en una institución que tradicionalmente actúa como brazo armado de las oligarquías) con organizaciones populares fue en ambos casos una excepción de la historia.
Desde la llegada del Justicialismo en Argentina se impusieron leyes de protección a los trabajadores que no se quedaron solo en una jornada de ocho horas sino que además incorporaron la sindicalización, las vacaciones pagas y la jubilación. Viejos postulados que el socialismo nunca había podido concretar se veían plasmados en 1946 con el primer gobierno de Juan Domingo Perón.
La clase obrera organizada fue la más perseguida por todos los golpes de Estado oligárquicos en nuestra historia (1955, 1966, 1976) y los gobiernos ultraderechistas de Carlos Menem (1989-1999), Fernando De la Rúa (1999-2001) y Mauricio Macri (2015-2019). En la actualidad, en función de un refinado sistema de distribución de ideas hasta los trabajadores (que ya no son solo obreros industriales) votaron al actual régimen que prepara un fuerte ataque contra derechos laborales
Hermosa reseña!!!
Gracias Ricardo. Un Abrazo.