Opinión | Cristina Fernández dio importantes líneas y marca el ritmo político del 2023.

Por Daniel do Campo Spada
(TV Mundus para CEDIAL)

A esta altura de las circunstancias nadie puede negar que Cristina Fernández es el centro de la escena política. Del peronismo por un lado y de sus opositores por el otro. Todo gira en base a ella. Del amor al odio, de un extremo al otro, pero nadie puede omitirla. Por eso los fascistas quisieron eliminarla, porque no se sienten capaces de competir. Por eso la quisieron eliminar. Y su pregnancia en la ciudadanía se notó una vez más cuando llenó el Estadio Diego Armando Maradona de la Ciudad de La Plata con 65 mil personas adentro y otra decena que se quedó afuera. ¿Cuántos dirigentes pueden juntar esa cantidad de adherentes cuando no hay una campaña electoral? Nadie y eso es lo que la hace especial. Además, como fue en esta ocasión, sus discursos tienen contenido y marcan rumbos, muy lejos de las palabras vacías de la mayoría de sus colegas. Habló a la gente con los problemas de la gente y eso la posiciona (como a nadir) en la línea de largada de las presidenciales de 2023.

Entre sus temas estuvo el de la seguridad. Dijo que hay que salir de la falsa dicotomía de “mano dura versus garantistas”, eje en el que se quiere posicionar la derecha. “Y ellos tampoco crean que saben del tema, ya que nombraron Directora de Políticas Criminales a una ex Miss Argentina para que maneje los fondos reservados”, expresó. A la violencia política, de la que ella fue víctima de un intento de asesinato el pasado 1 de septiembre dijo que hay que responderle con un nuevo pacto democrático, “porque ese día se rompió”, a lo que agregó que hay que terminar con el pensamiento de que el “adversario debe estar muerto”. De lo contrario, dijo se estaría volviendo a una etapa pre-democrática. Dijo que la inseguridad no se explica solo con la desigualdad ni con el narcotráfico. “El problema es la automización de las fuerzas de seguridad. Deben volver a responder a las fuerzas políticas” y no hacer las cosas por propia decisión.

Interrumpida varias veces al grito de “Cristina Presidenta” y “sil la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”, aprovechó para recordar la frase de unos dirigentes macristas que decían “sin Cristina no hay peronismo y sin peronismo sigue habiendo Argentina”. La Vicepresidenta recordó que sin ella, seguirá habiendo justicialismo “y el peronismo siempre vuelve a renacer. ¿Por qué no se sientan a hablar de una vez por todas con el peronismo?” agregó en un claro llamado a la convivencia democrática.

Dentro de los temas que esgrimió recordó que hay que ordenar la Argentina. Dijo que el verdadero orden es la familia completa cenando en casa, no en los merenderos o en los clubes. “Con un salario digno tenés que poder progresar y no estar condenado por la cuna en la que naciste. Eso es peronismo”. Ante un estadio lleno dijo que hay que armar un nuevo consenso democrático, porque después del “Partido Militar” que asoló a toda la región le llegó luego el “neoliberalismo” y “ya hicieron todo el desastre que quisieron y empresas como Aerolíneas Argentinas, que habían privatizado, la tuvo que salvar el Estado Nacional. ¿Qué nos vienen a decir? Cuando la empresa volvió a las manos nacionales, dejan de hacer las cuentas que hay que hacer, donde hay que agregar cómo mejoran los hoteles, los restaurantes, los destinos turísticos. ¡Hagan la cuenta completa!”.

Respecto a la jubilación, dijo que gracias a que el Estado la recuperó, hoy “¿cuántos millones hoy estarían sin jubilación o si el PAMI?”, redondeó. A ello agregó todos los planes que permitieron re-industrializar a la Argentina, a diferencia de los 90 “que algunos reivindican, y después dicen que son lo nuevo”. Y mencionó que ahora para toda la región se diseñó un Partido Judicial como por ejemplo hicieron en Brasil con Luiz Ignacio Lula Da Silva, Rafael Correa en Ecuador, el Golpe contra Evo en Bolivia, o como acá donde se meten en la economía sosteniendo las tarifas libres impidiendo que pudiéramos hacer que las telecomunicaciones deban tener precios regulados.

Con trazos claros, como los grandes líderes, llamó a la unidad del campo popular, invitó a las fuerzas opositoras a que vuelvan a debatir política, algo que parece haber desaparecido. La ultraderecha macrista y sus desprendimientos fascistas solo hablan en los sets de televisión en lugar de ocupar los recintos correspondientes al debate parlamentario. Queda claro que del otro lado de la grieta odian al peronismo y eso es lo que pone en riesgo el sistema democrático. Y a recuperar ese pacto volvió una y otra vez Cristina Fernández.

Cuando le cantaron insistentemente “Cristina Presidenta”, contestó “como dijo el General, todo en su medida y armoniosamente”, dejando la puerta abierta a una postulación de candidatura presidencial para el año 2023. El 17 de noviembre de 1972, Juan Domingo Perón retornaba de un exilio de 17 años tras el Golpe de Estado de 1955 y desde ese momento la liturgia peronista incorporó la fecha como el Día de la Militancia. Cincuenta años después, parece volver al primer plano la dos veces ex Presidenta más que la actual Vicepresidenta.

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