Buenos Aires, 18 de abril de 2022.
El 18 de abril de 2022 la Corte Suprema de Justicia de la República Argentina, basada en un fallo propio de diciembre del año anterior, asumió por la fuerza la conducción del Consejo de la Magistratura, órgano dedicado a la designación y juzgamiento de los magistrados de los tribunales federales de la Nación.
Horacio Rosatti preside de esta manera no sólo el máximo Tribunal sino también el espacio en el que se arman los jurados, designaciones y juzgamientos de los jueces de tribunales inferiores. De esta manera se cierra el camino para quienes se atrevan a reclamar a la Corte Suprema de acá en más, porque esta tiene en sus manos administrar los sumarios sobre los denunciantes.
La Corte Suprema impone un fallo propio desconociendo sanciones del Congreso de la Nación de los años 2006 y 2013 que instrumentaban un necesario grado de independencia y representatividad que de ahora en más no tendrá el Consejo de la Magistratura. Aquí se plantea un conflicto de poderes de la República que no se había dado desde 1983.
Dos de los cuatro integrantes de la actual Corte ingresaron a ese espacio por Decreto del ex Presidente Mauricio Macri durante el régimen que tuvo la Argentina entre 2015 y 2019. Horacio Rosatti y Carlos Rozenkrantz representan al poder real y de esa manera garantizan la impunidad a los ex funcionarios, como es el caso del prófugo Fabián Rodríguez Simón, quien fue el artífice del actual máximo Tribunal.
Que una Corte Suprema de Justicia desconozca al Congreso, que cierre los caminos a la ciudadanía para hacer los reclamos que se deseen hacer, pone en peligro a la democracia. Con la conducta mostrada se cierne una clara amenaza incluso sobre el Poder Ejecutivo.
CEDIAL alerta a la ciudadanía sobre esta peligrosa condición, nunca antes vista y que lleva a la denominada guerra judicial (“lawfare”) a un nivel superior que es alarmante.
Centro de Investigación Académica Latinoamericano (CEDIAL)
COMISIÓN DIRECTIVA