Por Adriana Fernandez Vecchi
Recuerdo, una vez…viajando…, en el subte, mi cabeza volaba entre estrategias, prácticas y afectos encontrados, cosas que perturbaban la vida cotidiana. Ya no me acuerdo sobre que era, pero sí el sentimiento. Una oscuridad me opacaba entre el vaivén del vagón y las voces lejanas de quienes andaban su rutina. Y justo allí… como el punto de fuga que ordena la perspectiva de la imagen estaba Pepe…como esperándome, con esa sonrisa que ilumina el espeso aire, con esa calma que uno encuentra en la ingravidez del huracán. Con esa seriedad de los que saben; con esa frescura de la juventud.
Así era Pepe, sin pedir Él daba, sin buscarlo se lo encontraba.
Tiene esa mirada de los que saben atravesar el momento histórico, descubrir el sentido e inmortalizar lo fugaz para convertir la necesidad en satisfacción y dignidad.
.. Y…. ahí estaba en el andén de casualidad, como esperándome, con la palabra precisa y la ternura que envuelven a los amigos del alma, la fortaleza y esperanza que caracteriza a los compañeros.
Su boina al costado, su silla revolucionaria, su fuerza inagotable para trabajar por lo justo.
Amaba la vida, la revolución, a sus pequeñas, a sus compañeros.
Si hay que decir por qué militaba Pepe, debo decir por Amor, porque se donaba para el desarrollo de los otros, con la alta estirpe de su proclama a favor de la moral revolucionaria.
Gustaba dialogar, charlar y reír
Andar por las calles mirando, mirando los rostros.
Guitarrear y guitarrear
Animando encuentros, inventando celebración.
Con esa sch chilena,
Luchar y celebrar
Sin recursos, con una pequeñez, podía organizar la lucha,
movimiento, ganar reivindicaciones
Nada de vueltas
Directo, de frente
Pero también abrigo de compañero y amigo.
Por eso… te vi por la ventana Pepe …y….no lo podía creer!!
Estabas ahí como esperándome para ayudar a levantarme y seguir andando.
Triunfaste Aquí estás. Siempre presente.
……….
Por eso me gusta viajar en subte porque por azar, tal vez te encuentre en el andén
Hasta la victoria siempre
Compañero
Hermoso, me conmovió profundamente. Pepe uno de los 30.000 ¡Presente! ¡Ahora y siempre!
Que emoción repetida una y otra vez !!
Abrazo enorme mi querida Adri