Por Adriana Fernández Vecchi

El 12 de octubre se conmemora el respeto a la diversidad cultural americana y su principal nodo es tomar conciencia de los derechos de los pueblos originarios.Es un llamado a educar en la promoción a los derechos humanos de las distintas culturas indígenas a su lengua, su identidad y sus costumbres.
El estado de violencia cultural disolvió la riqueza de las étnias y las nombró: “barbarie”. Bajo este término incluyeron con el tiempo al mestizaje americano. Este horizonte tiene un desgarramiento implícito por un lado lo europeo y por el otro los pueblos originarios y un nosotros amerindio.
El colonialismo produjo el desmoronamiento de la organización indígena. La economía que no produjo creación de riquezas, tuvo por objetivo la obtención de metales preciosos a bajo costo.. Una desigualad en el territorio, produjo vastas zonas desiertas. Además de las campañas de exterminios de las etnias que habitaban el suelo americano.
La vida democratica supone una igualdad formal frente a los derechos que estable el acceso a las mismas oportunidad de todas las personas. Sin embargo, hay que enfatizar los Derechos Humanos, que se entienden como aquellos inhrentes a las persona inegables a ningún grupo social. Son inalienables, independientes y obligatorios para cualquier sociedad y Estado. Entre otros se encuentran los económicos, sociales y culturales .
La promoción de los DDHH en las distintas culturas supone la observancia a las difereferentes cosnmovisiones y sabiduría ancestral, como a sus valores.
Representa el cuidado del medio ambientes de los habitantes originarios, como así también el reconocimiento jurídico de las tierras. Asimismo, abogar por el proceso que conlleva a la sustentabiidad alimentaria y sanitaria. Se habla en términos de Soberanía alimentaria como aquello que se referie a la democratización de las relaciones de producción y consumo. Además, es necesario propiciar la educación bilingüe y aquellas cuestiones que fomente lo intercultural.
Es parte del compromiso con los DDHH, el respeto a las diferencias y la obligación de visibilizar aquellas cuestiones que escapen a la aceptación tanto de la pluralidad de enfoques sobre la vida como, a la identidad de los pueblos.
No podemos dejar de admitir la sabiduría popular de insistir en los valores ancestrales, que sabe escuchar para comprender el equilibrio del hombre con la naturaleza.
Como pensadores escogemos interpretar y ponernos de parte de los valores culturales del los pueblos originarios. La sabiduría de los indígenas que deseamos comprender, si bien es diferente, concreta y situada, no es difícil de entender todo lo hostil a lo humano, lo violento e invasor de los procesos colonialistas y de aquellas situaciones no inclusinas de las etnias originarias.
Nuestro pensamiento nos es puramente descriptivo, ni se mueve en una apacible dialéctica sino, que considera situarse en medio de un choque brutal de fuerzas históricas que fueron desgarradoras y pronunciarnos a favor de la promoción de aquellas cuestiones que promuevan la autogestión en la afirmación de DDHH.