DOCUMENTO CEDIAL | San Martín, el bien común y la solidaridad en tiempos de pandemia.

En esta nueva conmemoración al Libertador José de San Martín, el pueblo argentino se encuentra ante una batalla sin precedentes. Este escenario de dolor resignifica nuestras costumbres, nuestros encuentros y esos lazos inquebrantables que nos constituyen. Sí, el otro nos constituye, nos habita, nos interpela, nos mejora. Este es un momento en el que la ética de la solidaridad y el esfuerzo colectivo deben ser nuestra única directriz. Y, para ello, nada más emblemático que evocar las enseñanzas del Padre de la Patria a 170 años de su paso a la inmortalidad. La figura del Gral. San Martín puede representar la hidalguía, el ser que está en los límites entre el titán y el humano, un mito. Sin embargo, preferimos atesorar las enseñanzas del hombre político, quien pensaba en la patria y la solidaridad, lo colectivo sobre lo individual y un proyecto político nacional para las mayorías.
En este sentido, el CEDIAL recoge el legado del hombre y, sensible al escenario que azota al mundo en general y a Latinoamérica en particular, apoya firmemente toda decisión política que implique cuidar al ser humano y reconocer la dignidad de todas las tareas solidarias en pos de la vida y la salud de la ciudadanía.
Nuestra asociación se homologa con la sabiduría de aquellos dirigentes que conducen al fortalecimiento de la vida y la salud ante cualquier otro móvil. El gobierno encabezado por Alberto Fernández ha privilegiado la salud ante otros intereses, inclusive los propios objetivos estratégicos del Frente de Todos.

Tomar la decisión de supeditar lo económico a lo sociosanitario representó una renuncia a su propia agenda a la luz de las demandas del pueblo ante el agobio económico heredado del gobierno anterior. Se encontraba con un endeudamiento esclavizante, una masiva fuga de capitales, una destrucción sin precedentes del aparato productivo, además de los daños alarmantes del capital simbólico de la nación.

Sin embargo, a las políticas sociales ya desarrolladas durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández les sumó un paquete de nuevas medidas –entre las que se destacan el IFE y el ATP– a los efectos de acompañar a las grandes mayorías afectadas por la pandemia: todas medidas que no conducen más que a fortalecer derechos en el seno de una crisis mundial.

La alternativa dominante representada por Estados Unidos, el Reino Unido y el clon dantesco encabezado por Bolsonaro en la república hermana del Brasil fue tomada por muchos como el barco insignia en pos de algún beneficio partidario. No obstante, y a pesar del costo político que esto significaba ante las reservas magras que el macrismo había dejado en el Banco Central luego del saqueo y sin culpar ninguna “pesada herencia”, Alberto Fernández y sus equipos optaron por cuidar la vida del pueblo argentino.

Y enarbolando el legado del hombre de Yapeyú, el Gobierno Nacional optó por conducir un proyecto hacia el bien común y honró una ética de la solidaridad: comenzó por los más desprotegidos para poder llegar a todos. Implementó políticas distributivas más equitativas sin olvidar a los diversos actores, e inclusive subsidió sectores empresariales históricamente adversos para los proyectos nacionales y populares.

Las negociaciones internacionales para articular nuestro talento científico y las empresas nacionales con los avances científicos en el exterior dan cuenta, además, de que lejos de proponer un escenario de encierro, dialoga activamente con el mundo y propone llevar el enorme esfuerzo nacional a todo el suelo latinoamericano para combatir la pandemia a la luz de la Patria Grande.

El sistema de salud público, todo el personal del sector sanitario y los científicos han sido reconocidos y valorados desde el inicio. Se han culminado todos los proyectos abortados o dañados por el macrismo: hospitales, campañas y programas sanitarios, becas y subsidios a la ciencia.

Por su parte, y en virtud de un proyecto profundamente nacional que cuida férreamente a sus nuevas generaciones, la decisión firme de suspender las clases presenciales para pasar a una modalidad remota –y reconociendo las desigualdades y escenarios diversos– representó un acierto, ya que en aquellos países en los que se retomó la presencialidad rápidamente se manifestaron rebrotes que dieron cuenta de lo inadecuado de tal medida.

Como parte de la comunidad científica y educativa, el CEDIAL celebra apuesta a un futuro promisorio honrando la vida y el bien común. Reconocemos que implica un gran desafío y ofrecemos nuestra colaboración en la construcción de un ideario sanmartiniano que contribuya a la salud de la denominada nueva normalidad.

En este sentido, y a la luz del legado del Padre de la Patria, acompañamos la firme convicción de cuidarnos entre todos y no permitir que quienes atenten contra el bien común se apropien de la figura de San Martín para vulnerar la vida de los argentinos.

COMISIÓN DIRECTIVA DEL CEDIAL

8 thoughts on “DOCUMENTO CEDIAL | San Martín, el bien común y la solidaridad en tiempos de pandemia.”

    1. Hola Laura.

      Gracias por tu interés.

      Nuestro sitio de internet es el principal punto de información. De todas maneras, si te suscribís a (por ejemplo) nuestro perfil de Facebook, allí recibirás las notificaciones del caso.

      Bienvenida.

  1. En ves de caminar al pedo para boycotiar un estado.presente ..fijense lo que asen los empresarios de la salud con su personal que cuando ganan son capitalistas y cuando pierden son socialistas .con total falta de empatía.la argentina sin solidaridad no sale..tomen ejemplo de Sanmartín no lo utilisen y se dejen manejar .utilisennla lojica

  2. “Algún día se sabrá que la patria fue liberada por los pobres, indios y negros esclavizados” José de San Martín. Qué diría San Martín del pedido de disculpas a los reyes de España? Excelente artículo

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