Por Adriana Fernandez Vecchi
En la madrugada de este viernes primero de septiembre el monumento que honra la figura de la “Madre de la Patria” María Remedios del Valle fue quemado en su totalidad de forma cobarde y anónima. Este mismo había sido inaugurado el 8 de noviembre de 2022 (Día Nacional de las y los afros argentinos y de la cultura afro). Ella con su espíritu patriótico fue más allá (Ver Acá). Así lo hizo. Estuvo enlistada en distintas batallas y fue Manuel Belgrano quien, deslumbrado por su compromiso, disciplina y lealtad, la nombró capitana de su ejército. La Imagen en sentido simbólico de la Madre de la Patria desapareció. Tenemos que pensar que ella representaba la lucha por la soberanía, por la independencia, y que además su característica de afro-argentina la determina como un icono de la inclusión de la diferencia. ¡Y fue quemada! Una mujer que siguió luchando a pesar de sufrir la pérdida de su marido y sus dos hijos en combate. En los diferentes enfrentamientos recibió incontables heridas de bala y sable en su cuerpo. En 1813 fue tomada prisionera por los españoles, quienes la azotaron por nueve días por haber ayudado a huir a oficiales patriotas en el campo de prisioneros. Esas cicatrices le duraron por el resto de su vida.
Así las cicatrices de los 30000 duran hasta que aparezcan los nietos y saber dónde están, así las cicatrices de los chicos de Malvinas, así lxs hambrientxs. les que luchan por sus derechos, por sus tierras, por la soberanía en todas sus formas. Ningunear las heridas es como revictimizar aquellos que lucharon por la convicción del amor. La imagen del monumento quemado de la Madre de la Patria, representa la insensibilidad de la violencia negacionista y sectaria que provoca indignación
Por otro lado, debemos alertarnos porque el delito de lesa humanidad es un delito que se sigue cometiendo en tanto y en cuanto el desaparecide sigue desaparecide y los nietes siguen sin su identidad- Además, la teoría de los dos demonios intenta justificar las aberraciones cometidas por la dictadura que justifica el terrorismo de Estado puesto que supone una violación sistemática de los derechos de las personas.
Hay distintas formas de negar la vida: el irrespeto a la soberanía del derecho a la dignidad de toda persona, el menosprecio a las formas de organización que mejoran la calidad de vida, la desestimación de un poder público ordenado para el Bien común desde el Estado
Cuarenta años de democracia no soporta aquello que va contra los propios valores que la sustentan. El comportamiento de los estados terroristas fue producto de la clara percepción que los militares y los factores de poder que lo impulsaban tenían acerca del aumento cuantitativo y cualitativo del grado de conciencia y organización alcanzado por los sectores populares, por lo tanto, había que terminar con todo atisbo de rebeldía.
Hay que expresar nuestra profunda indignación al reivindicar la violencia del pasado, al ignorar la memoria, la verdad y la justicia, desconocer la lucha de las madres, testigos, abuelas y de toda la ciudadanía porque se sabe que sin derechos humanos la violencia triunfa
NO QUEMEMOS A NUESTRA MADRE DE LA PATRIA.
EL FUTURO LO CONSTRUIMOS ENTRE TODES
¿QUE PUERTA VAMOS ABRIR CON EL VOTO?