Conclusión.

Por Daniel do Campo Spada

Guatemala vivió una primavera que tiene muchísimas sincronías con otras experiencias populares en el continente, pero no deja de sorprender las similitudes con el peronismo en Argentina. No solo en su duración sino en su adelantamiento. Llegó un año antes y fue derrocado también el año anterior.
Desde el sur del continente llama la atención las coincidencias en muchos aciertos y en otros errores, pero quedó claro que la ingerencia interna, la alianza de sectores conservadores y la intromisión de Estados Unidos para terminar con un proyecto de nación soberana permite crear la hipótesis de que la experiencia en Guatemala contra Árbenz, fueron aplicadas luego con Perón en Argentina.
La revolución derrocada nunca fue recuperada en la acción de gobierno, pero ha quedado en los sectores populares de la nación centroamericana como una semilla de una posibilidad que tarde o temprano pueda volver a cristalizarse. La variable negativa que representa Estados Unidos para el devenir de la historia contemporánea sigue activa, pero nada impide creer que en algún momento el imperio se derrumbe, como se han derrumbado otros en los siglos previos. Pronto estaremos cerca de un siglo de estos hechos y las deudas siguen siendo las mismas.

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