Por Daniel do Campo Spada
(TV Mundus para CEDIAL)
Por más que la lluvia fue intensa y duradera, ninguna de las cuatroscientas mil personas que fueron a la Plaza de Mayo se movió hasta que la única oradora les diera su discurso. Cristina Fernández dispone de un poder convocatoria que no tiene ningún dirigente político en la Argentina. En medio de la proscripción latente a que la somete el nefasto Poder Judicial marcó las lineas principales de un futuro gobierno aunque ella no esté en la fórmula. Sorteando los permanentes cantos de “Cristina Presidenta”, Fernández hizo un recorrido por los tres gobiernos del peronismo entre 2003 y 2015. Inventarió el estado de destrucción en el que encontraron el país tras el desastre neoliberal y punto por punto fue recordando cada cosa que debieron reconstruir, desde las jubilaciones (que habían sido privatizadas), las empresas estatales que fueron recuperadas (Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino e YPF) y el descubrimiento y explotación de Vaca Muerta que permitió recuperar la potencia energética del país.
Pidió que los futuros gobernantes protejan la nueva beta energética que surge con el litio. Aprovechó para hacer mención respecto a que mientras Chile y Bolivia comenzaron a hacer regulaciones algunos “argentinos” quieren que los extranjeros lo exploten libremente. “No pido que hagan los coches eléctricos acá, pero por lo menos que fabriquen las baterías”, expresó.
En base al problema de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) manifestó que “debe tener una solución política” porque fue tomada para salvar al régimen de Mauricio Macri. A pocos metros de ella el Ministro de Economía Sergio Massa reafirmaba esa frase con un movimiento de cabeza.
En referencia al Poder Judicial dijo que al tiempo que la Corte Suprema que encontraron en 2003 era malísima y por ello Néstor Kirchner encaró el juicio político en su momento, la actual es mucho peor. “Es un auténtico mamarracho” (expresión calificativa que usamos en TV Mundus) dijo y agregó que incluso es una vergüenza a nivel internacional.
A pesar de que era sabido por todos que en un acto en el que en el escenario estaba la mayoría de los dirigentes del Frente de Todos (a excepción del Presidente Alberto Fernández y del autoproclamado pre-candidato Daniel Scioli) no iba a hablar de candidaturas, sí cerró con un claro mensaje a la militancia. “En cada lugar, en la calle, en el tren, en el bondi, en todos lados, hablen, cuenten, expliquen y superen la desinformación de los medios de comunicación”, dijo identificando claramente dónde está el enemigo (aunque no haya nombrado a Héctor Magnetto).
Solo el tiempo dirá cuan épica ha sido la jornada. En mucho recordó la “noche calabaza” llamada así por la propia Cristina Fernández cuando el 9 de diciembre de 2015 miles de personas fueron a dar las gracias por tanto que les habían dado los doce años del peronismo de Néstor Kirchner y Cristina. Esta Plaza de Mayo también de agradecimiento a la lideresa. Mas allá de la proscripción, también dio claras señales de que no se quedará a cuidar a sus nietos, mas allá de que estuvieron (a su pedido) en el escenario.
Hizo advertencias, dio señales y marcó una hoja de ruta. Lo que no es poco.