Por Adriana Fernandez Vecchi
Quiero comenzar este Pensar una Señal con esa sentencia que la Vicepresidenta Cristina Fernandez dijo: ESTADO PARALELO. Da que pensar y que temer.Los obstáculos éticos van cayendo en manos de las formulaciones legales dando forma a un totalitarismo financiero mediático empresarial. Podríamos decir que tiene una naturaleza criminal justo el derecho penal que tiene el poder punitivo
Hay una banalización de la cuestión penal de los jueces o el partido judicial, pero resulta que este poder punitivo o a través de este poder punitivo, de alguna manera, hace años, viene destruyendo y controlando, cómo tanques de guerra, pueblos vulnerables. Lo importante es que para debilitar los Estados democráticos el programa es la criminalización de los líderes populares a través de estas acciones
Aparecen hechos oscuros, noticias de eventos donde se evidenciaría que también recaudan. Surgen grupos para-estatales que también cobran y ejercen poder punitivo por fuera del derecho penal auténtico. Minorías judiciales junto a formadores de opinión y poder concentrado, espías de servicio inteligencia logran procesos inválidos en dónde arman tribunales, como si fuera un tablero de ajedrez, dónde la consecuencia es el derrumbe democrático.
Es Claro que este método termina en prevaricato, en sentencias contrarias al derecho, sentencia sin prueba, explotación del concepto de asociación ilícita, clonación de procesos. Esto es lo que apunta también de alguna manera Raúl Zaffaroni cuando dice que el poder punitivo descontrolado tiene millones de víctimas. Son muchas más las víctimas estatales de ese poder punitivo que la suma de todas las víctimas de los homicidios de iniciativa privada
También quiero citar a Raúl zaffaroni cuando dice que los gobiernos populares pueden cometer a veces errores pero que esos errores se empalidecen frente a las atrocidades de los gobiernos que posibilitan la impunidad judicial. Afirma que se empleó el poder judicial para estigmatizar a nuestros líderes populares.
No cabe duda de que al colonialismo le conviene estados debilitados porque así los poderes hegemónicos deciden los destinos del país de acuerdo a oscuros negociaciones, que se dan a espaldas de los pueblos
Lo cierto es que hoy, la impunidad de un sector judicial ha llegado a su límite. Se ha convertido en un verdadero problema de seguridad para la democracia Debe haber una lucha para la recuperación de la democracia y de la política Tenemos que seguir adelante con una tarea anticolonial. Es necesario redefinir los perfiles de los jueces, de las instituciones judiciales. Es urgente tomar conciencia que los medios de comunicación masiva, los poderes concentrados y el partido judicial es una sombra para nuestra libertad democrática.
La responsabilidad es de todos