Buenos Aires, 6 de diciembre de 2022.
El Centro de Investigación Académico Latinoamericano (CEDIAL) advierte con profunda preocupación el estado de deterioro ético y moral del Poder Judicial de la Nación Argentina. Recientes revelaciones ponen al descubierto una conducta amañada que no sorprende a la ciudadanía atenta, ya que, desde hace una década, es muy notoria la connivencia de los magistrados de distintas instancias con los espacios de poder empresario, por un lado, y de sectores antidemocráticos, por el otro.
En clara semejanza con etapas nefastas de la historia, han retornado las proscripciones, mediante las cuales las oligarquías se apropiaban de lo público para impedir que la voluntad ciudadana fuera respetada. En la actualidad, esa figura es representada por la vicepresidenta Cristina Fernández. De este modo, la República Argentina queda a merced de las élites sin la posibilidad de disponer de una democracia plena por la que hermanas y hermanos han fallecido y sacrificado sus vidas: los sectores nacionales y populares, una vez más, silenciados, en búsqueda de un disciplinamiento y desestimación del accionar político popular.
El Tribunal Federal nº. 2 compuesto por los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, en connivencia con los fiscales Sergio Mola y Diego Luciani, en una causa iniciada por Julián Ercolini, la condena a seis años de prisión y a una inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, luego de ajustar la interpretación de la ley en beneficio propio, en beneficio de la corporación judicial. Todos ellos se divierten en la quinta Los Abrojos de Mauricio Macri, líder de la ultraderecha y se reúnen al calor de las dádivas del grupo Clarín. Asimismo, es sospechoso que la figura de asociación ilícita no haya prosperado en la acusación a la vicepresidenta. En efecto, la definición los hubiera delatado.
El CEDIAL exige la salida del Poder Judicial de su versión más corrupta desde 1983 porque la DEMOCRACIA REPUBLICANA no puede aceptar nuevamente proscripciones de las y los principales dirigentes populares, ni la destrucción del debido proceso y del estado de derecho, ni la injerencia de un poder sobre otro con el claro objetivo de destruir el genuino poder democrático en beneficio de un Estado paralelo y oligárquico.
Comisión Directiva
CENTRO DE INVESTIGACIÓN ACADÉMICO LATINOAMERICANO –
CEDIAL
Me sumo al reclamo. Muchas gracias!