Por Adriana Fernández Vecchi
LOS HOMBRES GRANDES NUNCA SE VAN
VIVEN SIEMPRE EN LA MEMORIA DE SU PUEBLO
NESTOR PRESENTE
Un líder, una historia de amor, un pueblo, símbolo de una expresión de liberación nacional que se cristalizó en un hombre. Su imagen humilde y sensible comprendió la realidad de un sentir y la problemática de ganar soberanía después de un proceso de despolitización y enjuague de los compromisos con la Patria. Los caudillos son emergentes de la historia continua de un imaginario que resiste a los símbolos ajenos e insiste en los propios. Creemos que éste es el caso de Néstor“Vengo a proponerles un sueño que es la construcción de la verdad y la justicia
Vengo a proponerles un sueño que es el de volver a tener una Argentina con todos y para todos.
Les vengo a proponer que recordemos los sueños de nuestros patriotas fundadores, y de nuestros abuelos inmigrantes y de pioneros.
De nuestra generación que puso todo y dejó todo, pensando en un país de iguales, pero yo se y estoy convencido en que en esta simbiosis histórica vamos a encontrar el país que nos merecemos los argentinos. Anhelo que por estos caminos se levante a la faz de la tierra una nueva y gloriosa nación; la nuestra. ¡Viva la Patria!”
NESTOR TIENE UN SUEÑO, el sueño de un pueblo, un ideario de historia peronista de igualdad en el plano social y a la vez el respeto a las diferencias, que es bandera de inclusión Su llegada inaugura la posibilidad de la emergencia de una alternativa política dispuesta a hacer su experiencia de poder.
Entendemos la inusitada e imprevista aparición del liderato después de unos años de siembra de desesperanza y vaciamiento de simbolicidad política. Creemos que acierta en el corazón de la cuestión, no como aquello que se determina como una mera sucesión de hechos, sino como un escenario inédito que abre al surgimiento de un nuevo modo de vínculo entre un movimiento histórico y su líder dominado por pasiones subalternas, y de masas trabajadoras.
La apropiación de bienes culturales, dirigentes o caudillos relacionada con el proceso de exteriorización, adaptación del imaginario a la realidad lleva a externalizar formas políticas como expresión de la carga simbólica. Estas son maneras alternativas, que se despliegan no sólo en tanto su polaridad con lo hegemónico, sino como manifestaciones retroalimentarías entre un líder y la masa. Así se desarticulan unos espacios buscando otras formas propias que permiten nuevos arquetipos florecidos de la memoria de una historia compartida de luchas por la liberación. Hemos sido partícipes de un momento histórico que parió un líder político que inauguró un nuevo acontecimiento social, dando cabida a nuevas discontinuidades que descubren e inauguran estrategias que nacen del enamoramiento de la convicción del amor de un dirigente con su pueblo.
Néstor concede un lugar relevante a los DDHH como valor moral, al desarrollo de recuperación de identidades avasalladas y espacio a las Madres y Abuelas de Plaza de mayo enriqueciendo el protagonismo social a la dignidad y a la memoria y justicia.
Además, lo social es una dimensión en la que se ha expresado el carácter humanista de Néstor, quién ha concebido a la persona como merecedora de todas las oportunidades para desarrollar sus potencialidades. Ha denotado su interés por las reivindicaciones y la convicción en la justicia social.
Excelente descripción de los ideales, la valentía para defenderlos y transmitirlos al pueblo que tanto necesitaba de éstos, inteligencia para detectarlos y empatía con el pueblo que lo eligió y confío el él como lo hizo con Perón. Un líder indiscutido y amado por su pueblo que aún lo siente vivo entre ellos.