Por Juan Latrichano.
Algunos economistas, especialmente los autodenominados anarco capitalistas, predecían que íbamos inexorablemente a un escenario hiperinflacionario. Este pronóstico lo hacían a comienzos del año en curso. Basaban sus análisis en el crecimiento que experimentaban las letras de liquidez (Leliqs).
Unos meses atrás sostuve que ese punto de vista era incorrecto y que en consecuencia la hiperinflación no se iba a producir.
Ellos basaban su análisis en que la emisión de Leliqs era emisión monetaria futura y en consecuencia se produciría la hiperinflación.
Los números de esta primera parte del año revelan que estaban equivocados. Especialmente en el mes de mayo la inflación fue del 3.1%. No es para dar la vuelta olímpica ni mucho menos. Al contrario, es un mal síntoma. Pero ese número no tiene nada que ver con la híper. Incluso en estos últimos meses observamos que aunque aún alta, la tasa es descendente.
Faltan poco más de seis meses para cerrar el año. Mantengo mi pronóstico. ¿Explicarán el motivo de un error tan grosero? Esperemos.