Por Juan Latrichano
Tras nuevas subas del precio del dólar el BCRA procedió una vez más a subir la tasa de interés. Si bien ello alcanzó la paz cambiaría el costo de esta medida es muy alto. En efecto los daños que produce en la economía real son evidentes. Con el correr de los días se advertirán más cierres de comercios y quiebras de empresas. Al mismo tiempo los indicadores últimos que publicó el Indec dan cuenta de caídas estrepitosas en la industria y en la construcción.
Si bien la suba del dólar ocurrió en muchos países debemos considerar que en el nuestro la suba fue mayor. Ello debido a que exhibimos un cuadro de salud precario.
La suba de la tasa persigue que los tenedores de dólares los vendan e inviertan en plazos fijos en pesos. Además fatalmente dicha suba agudiza la recesión que a su vez hace caer aún más las importaciones. Esto último resulta funcional al objetivo de obtención de superávit de la balanza comercial.
¿Existe algún límite para este tipo de política?
Si. La tolerancia social. En algún punto ella se agota y sus consecuencias son imprevisibles.
¿Cuál es la política alternativa?
Consensuar con las fuerzas políticas, sindicales, empresariales y sociales un plan alternativo. El mismo debería establecer, entre otras cosas, una devaluación que permita alcanzar el éxito de la balanza comercial sin recesión.