Por Dr. Alberto Carli (1)
En un escrito anterior (“Para una reflexión sobre el diálogo del amo y el esclavo”) intentamos desarrollar este “Diálogo” que pertenece a la más exquisita tradición hegeliana. En el mismo intentamos hacer un aporte a la comprensión de fenómenos sociales que encontramos a diario. Luego de su publicación quedamos insatisfechos, con el sentimiento de no haber alcanzado los objetivos de comprensión que nos habíamos propuesto inicialmente. De seguro nuestras propias limitaciones conceptuales determinaron que así fuera pero creemos que podemos decir algo más sobre el tema.
Ese “Diálogo” existe a condición de que los componentes de la díada tengan un comportamiento de tipo neurótico, siguiendo cierta caracterización psicopatológica de uso corriente. Abordábamos el tema en una relación en que la angustia jugaba un papel destacado. Ambos, amo y esclavo, sentían la angustia propia de los neuróticos.
Sobre el final del artículo hicimos hincapié en una caracterización del Postmodernismo. Puntualizábamos que todo el accionar postmoderno prioriza el hedonismo, evitar la angustia. Así, a la luz de las categorías mencionadas y del marco histórico en que nos situábamos, nos olvidábamos de las estructuras psicopatológicas en las que la angustia está ausente. En la perversión.
Así deberemos, a la manera de una post data, volver sobre nuestros pasos y realizar un nuevo planteo del diálogo del amo y el esclavo. De la misma manera en que la mujer golpeada queda atrapada en la red tejida por el golpeador, al esclavo le ocurre algo semejante con el amo, con quien establece una relación en la cual abandona su deseo para destruirse en su sumisión al otro.
Esta vuelta de tuerca nos permite entonces aproximarnos a cuáles serían las condiciones que determinan que los esclavos de nuestro tiempo se subsuman en una relación en la que quedan presos, sometidos a la voluntad de otro al que no le importan.
Como propuesta: de la misma manera que para corregir los efectos de una relación perversa convocamos una terceridad, la Ley, aquí esa terceridad convocada será del orden de una Ley, la Ética, que nos viene desde la historia.
(1) Médico y Dr. en Medicina- Magister Scientiae en Metodología de la Investigación Científica y Tecnológica- Profesor Consulto Adjunto y Director del Centro de Epistemología en Ciencias de la Salud (Fac.de Medicina-UBA)
Imágenes: PIXABAY.