Guatemala antes de la Revolución.

Por Daniel do Campo Spada

La situación en Guatemala en las primeras cuatro décadas del siglo XX no era muy diferente de la de sus vecinos centroamericanos, donde el peso de la United Fruit Company marcó a fuego la explotación no solo territorial sino también de sus habitantes. El 75% de las personas vivía en el campo realizando tareas primarias. El resto se dividía en actividades comerciales y administrativas en tanto que el desarrollo industrial quedaba limitado a la Capital y a la vecina localidad de Sacatepéquec.

La población guatemalteca tenía una base de 81 % compuesta por los campesinos (en su mayoría de los pueblos originarios) y obreros de pequeñas industrias que en su gran parte no estaban sindicalizados. La denominada clase media era el 17 % donde Beatriz Ruibal incluye a los pequeños comerciantes, artesanos, empleados administrativos y obreros sindicalizados. En cambio la clase alta sumaba apenas el 1,4 % compuesto por los grandes terratenientes, empresarios, burócratas de empresas extranjeras y militares de los rangos de oficiales1.
La cantidad de analfabetos era consecuencia de esos desequilibrios, por lo que el 72 % de los guatemaltecos no estaban aptos para la lecto-escritura. Esta cifra se agudizaba en el campo, donde los guarismos indicaban que el 93 % no estaba escolarizado2. Las familias no se podían dar el “lujo” del estudio ante la necesidad de usar todas las manos disponibles ya que el 88,4 % de los campesinos no ganaban lo suficiente para comer.

El 0,1 % de los terratenientes poseían el 40 % del territorio, lo que no impedía una sub utilización del mismo ya que solo estaba cultivado el 14,3 % replicando las desigualdades que se daban en otros territorios. Los minifundistas tenían que trabajar incluso para los grandes latifundistas. Los principales propietarios eran las empresas United Fruit Company y la Compañía Agrícola, especializadas en la exportaciones frutícolas hacia el primer mundo.
La UFC era la principal compañía extranjera pero no la única. La presencia extranjera se extendía a la ferrocarrilera International Railways of Central America (IRCA) y la Empresa Eléctrica de Guatemala. Antes de la omnipresencia económica de Estados Unidos hay que mencionar la de Gran Bretaña en 1850, en pleno auge de la Revolución Industrial que la isla lideró claramente hasta que los estadounidenses empezaron a competirle. Hasta la segunda guerra mundial había además una sorpresiva presencia alemana. Tras la derrota de los nazis los germanos desaparecieron de la vida económica guatemalteca.

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