MUESTRA CEDIAL | ARTE Y PANDEMIA | Poesía | María José Bozzone

El Hombre, para vivir en sociedad, en una comunidad organizada debe renunciar a parte de sus pulsiones. Éstas quedan, al decir de Freud como un resto generador de malestar. ¿Qué hacer con ese malestar? El Arte permite tramitar lo inefable, lo indecible, el dolor y el malestar que la cultura genera. En tiempos de Pandemia, en los que las renuncias se acentúan en función de un bien común: la vida, pero donde el malestar también aumenta, el Arte nos proyecta y enlaza a otros. CEDIAL acompaña y agradece a los artistas que se sientieron convocados a esta Muestra de ARTE y PANDEMIA

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Tiempos del coronavirus
MJB

Una cuadra, dos cuadras, tres cuadras
Ahí, justo ahí el supermercado
Único lugar en movimiento
Larga fila de vecinos
El metro de distancia conservado
Las miradas caídas y en alerta
Solo nos prestamos silencio
¿Qué es ese silencio que sobrevuela la calle?
¿El de la espera amenazante?
¿El del control minucioso de todo lo espontáneo?
Ó ¿el que señala que son tiempos de muerte seca?

Entre los yuyos del cordón
Una pequeña flor se abre paso
Hojas violetas, pétalos lilas
Lo vivo insiste en los márgenes
Me refugio en el caótico crecer
De esa planta libre y sin costo
Soy solo esa minucia entregada
Al viento, al borde, a la nada.

Un ruido seco me rapta el oído
Un hombre cayó en la vereda
Su frente se pega a la baldosa
Su cuerpo despatarrado
No encuentra pié para pararse
Ni muslo para sentarse

¿Cómo se ayuda a levantar a alguien a un metro de distancia?
Abandono la fila
Mi cuerpo tiembla
El hombre se retuerce
Atravieso el muro transparente del metro de la vida
Latas de conserva, un sachet roto de leche
Interrumpen mi paso
El corazón me late
Mi monólogo diario se acelera
¡No te acerques!
¡Ayudalo!
Mi cuerpo está tan pesado
Tan vacío
Tan seco

Otro grito me asalta la mirada
Un policía avanza con silbato
“Vuelva a la fila, yo lo levanto”
Los versos de Chantall se me atascan en la boca
“el orden nos exime de ser libres,
de despertar en otro, de despertar por otro”
Entonces lloro,
Como en el parto
Como en la desolación
Como en las oleadas del amor

Mi cuerpo sigue seco
Las lágrimas se hundieron en mi boca

Maria José Bozzone

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