Por Juan Latrichano
Tras los desastrosos registros que está dejando el Gobierno actual, aparecen voces de expertos con pensamiento ortodoxo dejando una carga de críticas basadas en su gradualismo. Agregan que sería necesario disolver el Banco Central. En tal sentido sostienen que desde su creación en el año 1935 la inflación promedio anual fue superior al 50%.
Obviamente abogan por una dolarización o algo parecido a la convertibilidad. Al respecto cabrían las siguientes consideraciones:
1. ¿Si dolarizáramos reemplazando nuestra moneda por dólares y si obviamente desaparecerían las reservas, con que caja el país afrontaría sus actuales compromisos externos?
2. Los plazos fijos en pesos pasarían a ser denominados en dólares. En caso de una corrida ¿cómo se afrontarían sus pagos?
3. ¿Cuál sería la paridad de conversión de pesos a dólares?
4. ¿Se aplicaría esa misma paridad para convertir los salarios y demás haberes en dólares?
5. ¿Cómo quedaría la competitividad de nuestros productos?
6. ¿Cómo se cerraría la brecha fiscal?
Estos y otros interrogantes no se han formulado hasta aquí.
A su vez si el planteo es una convertibilidad con tipo de cambio fijo, el interrogante es que hacer cuando terceros países devalúan. Algo que sucedió en los noventa y nos trajo más de un problema.
Debatir esto es central. Creo.
Quisiera saber porque hace unos años vaciaron el anses. Y porque hubo y hay una súper población de supuestos trabajadores en lugares publicos y aerolineas. Significa más gastos para el estado…o sea para los trabajadores. Y porque regalamos tantos subsidios truchas. Piensen en eso que es más productivo