Por Rosa María Longo
Todos los índices que evalúan el funcionamiento del país, producción, empleo, consumo, han caído. Sólo creció la venta de autos de lujo. Sin embargo desde el gobierno se afirma que estamos en el inicio de una economía floreciente y para ratificarlo atacan a todos aquellos que, en lugar de tratar de validar el relato optimista del mundo de los globos, pretenden mostrar la realidad.
Para quienes estamos en el llano resulta incoherente la negativa absoluta de los gobernantes a reconocer el avance de la pobreza y el retroceso de la producción, pero nos explica por qué apelan a la más tajante intolerancia ante las demandas de necesidades y a la negativa de cumplir las leyes que protegen el trabajo.
Para mantener su relato no sólo pretenden suspender las paritarias establecidas por ley y resolver los aumentos por decreto sino que tratan de imponer la idea de que los reclamos del pueblo son manipulaciones políticas para desgastar su gestión gubernamental. Así es que no han dudado en difamar a las cabezas de las protestas ni tampoco de amenazarlas (a ellas y a su familia) cortando, los “dialoguistas”, cualquier posibilidad de diálogo.
Pareciera un ‘todo vale’ para tapar la realidad, pero la realidad es tan grave que desde distintas posiciones se dice basta a la devastación del país. En la marcha del 7 estaremos todos, los trabajadores, los que han perdido su trabajo, los jubilados, todas las organizaciones sindicales y los representantes de la pequeña y mediana empresa, o sea, todos los que queremos el desarrollo nacional para lograr un país vivible, con equidad y justicia.
Esta movilización no es el cartel de un partido político, como pretenden imponer desde el gobierno, sino que, en tanto resultado de políticas que han destruido el trabajo y la industria, es una demanda a que observen la realidad, un requerimiento de reflexión sobre las consecuencias de sus medidas y un pedido de modificación en sus políticas. Pedimos que no gobiernen al país como a una empresa para beneficio de algunos, sino para lograr justicia y equidad para todo el pueblo
Por todo esto el Centro de Investigación Académico Latinoamericano acompaña, se solidariza y pide compartir esta movilización.
Este artículo es una clara síntesis de la gestión política del gobierno actual. en un escenario que no puede negar la historia. El pueblo lucha por un espacio social-económico-cultural, sea una sociedad que nos contenga en el respeto y la libertad con equidad.